martes, 15 de septiembre de 2020

Peregoyo y Su Combo Vacaná, "La pluma"

Se los presento: ahí los tienen a Peregoyo y Su Combo Vacaná. Nos miran desde la contratapa de Mi Buenaventura, el segundo de los cuatro trabajos que grabaron para el sello pionero Discos Fuentes, una especie de marca de calidad para toda la música que llegue desde Colombia. Peregoyo es en realidad el apodo --es el título de uno de sus temas más famosos-- del compositor y saxofonista Luis Enrique Urbano Tenorio, que es considerado como el gran difusor de la música del litoral colombiano del Pacífico. El nombre del noneto que lo acompaña --el Combo Vacaná-- responde a los departamentos --o provincias-- de donde provienen sus integrantes: Valle, Cauca y Nariño. Lo primero que leo por ahí de don Tenorio, casi al mismo tiempo que los elogios por su música, es que era hogareño y volvía directo a su hogar después de tocar, y que vivió de la musica y no del trago, lo que más que hablar de él digamos que retrata el ambiente de los músicos y de la noche tanto en Colombia como en el resto del mundo. Nacido en la ciudad costera de Buenaventura, Valle del Cauca, allí por el 1917, el mismísimo año del comienzo de las revoluciones del siglo pasado, quien iba a ser bautizado Peregoyo era hijo del indio Feliciano y la negra Eustaquia, oriundos de Timbiquí, en Nariño, y por eso tenía el cabello liso y la piel tostada. “Le gustaba estar siempre bien arreglado, con su cabello liso negro siempre peinado y su ropa siempre en orden”, lo recuerda el cantante y compositor Marcos Micolta, con lo que se explica su apodo más allá de su referencia musical, ya que el vocablo “peregoyo” deriva de “emperegoyado”, o sea “bien vestido en exceso”. Micolta también resume la humilde revolución que propició su coterráneo, a tono con su siglo y su natalicio: “Tuvo la visión de la música del pacífico recorriendo ciudades y creciendo como las olas del océano y logró contagiar a varias generaciones a punta de saxo, voces, guitarras, currulaos, alegría y fiesta”. El maestro Tenorio y su combo asoman en el Lado B de un aún flamante Música Cretina, que me anuncia la gente de Mixcloud que está primero en el ranking indie local, y en el puesto numero 42 del internacional. No se muy bien lo que quiere decir eso, pero por cierto que compensa la obsesión de la gente facebook, que no me deja linkear el blog del no programa porque lo considera spam, tal vez porque no le meto plata a ninguno de mis posts. Pero volviendo a don Peregoyo, lo que les sorprenderá si relajan y dejan sonar el no-programa en esta tarde nublada de martes es uno de sus clásicos, La pluma, presentado como un “aguabajo”, un baile y canto típico de la región del Baudó, en el Chocó. Y celebro haber descubierto artista y tema gracias a Vampisoul, sello madrileño que supo editar en España al grupo uruguayo Totem o a las colombianas Elia y Elizabeth --entre tantxs otrxs artistas que hace tiempo son bien Cretinxs--, y que está haciendo lo propio con el catálogo de Discos Fuentes. Ahí se va la pluma del pavo real/ ahí se va y se va, y no vuelve más, se lamentan o celebran Peregoyo y Su Combo Vacaná, y no sería mala idea empezar a hacer lo mismo. Ya sea con lágrimas o sonrisas, pero pasar de página. Después de todo, no hay nada más liberador que empezar de nuevo. Y si es con Música Cretina, mejor.

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