viernes, 11 de septiembre de 2020

Lou Reed, "Turning time around"

Ella dice, ¿cómo llamás al amor?/ Bueno, yo le digo Quique

Laurie Anderson contó alguna vez que Turning time around era uno de sus temas preferidos de Lou Reed. Le gustaba, explicó, porque era una canción sobre el presente, que le escapa a la nostalgia. Que no habla de que entonces todo era mejor, sino de tratar de estar acá, en este momento, ahora mismo. No me había dado cuenta al empezar a escribir esto, pero tal vez sea la canción perfecta para el tiempo que estamos viviendo. Que no es justamente un día perfecto, Lou, claro que no. Por eso es que suena casi al final del Lado A de un Música Cretina aún por estrenar, pasen y escuchen, acompañen esta mañana de viernes, Cretinxs míxs. Pero nos nos distraigamos y volvamos ya mismo al tema, a Laurie y a Lou. Turning time around se publicó por primera vez en su disco Ecstasy, pero confieso que le presté realmente atención cuando asomó al final de Heart of a dog, el documental/ensayo que Laurie desde el título le dedicó a Lollabelle, la pequeña terrier que tenían con Lou, pero que en realidad es una fantasmagórica meditación sobre la vida, la memoria y las despedidas a los seres queridos. Estrenado dos años después de la muerte de Lou, cuando su voz aparece de pronto desde ese limbo que es la película para hablar del amor y del tiempo, uno no puede menos que emocionarse. Oh, por favor, estoy hablando en serio: ¿cómo llamás al amor?, es como sigue la letra que arrancó al comienzo de este post, que más que nada parece el diálogo entre una pareja, donde uno insiste con su pregunta, y entonces el otro ensaya su primera respuesta: Bueno, no lo llamo familia y no lo llamo lujuria. Y como todos sabemos no se trata de matrimonio. Supongo que, al final de todo, es un asunto de confianza. Si tuviese que hacerlo, llamaría al amor, tiempo. Antes de que visitase Buenos Aires para presentar Homeland en 2008, tuve la suerte de entrevistar a Laurie Anderson, y al final de la charla terminamos hablando de su relación con Lou, que la acompañaría en su viaje: 

--¿Es verdad que sus consejos musicales se reducen a una frase: “Sé más directa”?

–Así es, Lou es conocido por decir eso.

--¿Y vos qué le decís?

–Que me gustan las metáforas.

--¿Y ahí se termina la discusión?

–(Suspira.) No, para nada. Es una discusión que va a durar toda nuestra vida.

Supongo que tal vez por eso es que a Laurie le guste tanto esta canción de Lou. Porque se trata de la continuación de esa discusión que en su cabeza debe seguir sonando más allá de que uno de ellos ya no esté por acá. Podrías ser más específico: ¿cómo llamás al amor? Es algo más que un jeroglífico del corazón, es como insiste con su pregunta uno de los integrantes de la pareja en la canción. Bueno, para mi el tiempo no tiene significado, ni futuro ni pasado, es la nueva respuesta. Y cuando estás enamorado, no tenés que preguntar. Nunca hay tiempo suficiente para tenerlo en las manos. Dando vuelta al tiempo. De eso se trata de amor, dice Lou, contesta Laurie. De dar vuelta al tiempo. Y acá estamos, dando vueltas. Tratando de que no se nos escape la cabeza ni el corazón. Porque estamos acá, y no allá, donde sea que allá sea. Acá. En esta soleada y fría mañana de viernes, en la que la música nos salva, como siempre. Y que sea Cretina, si puede ser posible.

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