Cuanto más corrés/ menos te escondés
Así empieza el lado B del nuevo Música Cretina, con un temazo que me venía rebotando la cabeza desde comienzo de año, cuando encontré una copia de Hurt dando vueltas por ahí. Ese golpe de batería inicial, esa guitarra, ¡por favor! ¡Los desafío a dejar de pensar en ella una vez que la escucharon! Cada vez que me pasa algo así, el tema en cuestión ingresa a una lista de temas mutante cargada en el reproductor de la compu, donde todo el tiempo voy armando cretinadas posibles (o imposibles). Como me suele pasar con los temas que generan un subidón como de azúcar --y mas con semejante golpe inicial, ideal para cambiar cualquier onda--, lo pensé como final de lado, y así lo fui probando, pero por una u otra razón los no-programas pasaban, y Chris Spedding seguía esperando su turno. Decidí que debía ubicarlo al comienzo, y fue como todo se solucionó inmediatamente: acá está el señorazo Spedding, un dandy durante el glam rock, pero también el primero de su generación en comprender al punk: fue el productor de los primeros demos de los Sex Pistols, y siempre se ha dicho que las guitarras y bajos que suenan ahí son suyas, aunque Steve Jones se empeñe en negarlo enfáticamente. Le doy la diestra a Jones, pero si todos pensaron que la culpa era de Spedding, es que el hombre estaba en esa sintonía. Wikipedia me recuerda que tocó con todos, desde John Cale hasta Paul McCartney, con quien aparece en Give My Regards To Broad Street. Siempre fue, se sabe, el gran sesionista británico, una leyenda para conocedores, un desconocido para el gran público. Lo sigue siendo, aún activo a los 72 años. Una lástima, porque temas como este Silver Bullet merecen leyenda y no anonimato. Por eso abre uno de los lados de un Música Cretina que está de regreso, aunque nunca nos hayamos ido a ningún lado.
Así empieza el lado B del nuevo Música Cretina, con un temazo que me venía rebotando la cabeza desde comienzo de año, cuando encontré una copia de Hurt dando vueltas por ahí. Ese golpe de batería inicial, esa guitarra, ¡por favor! ¡Los desafío a dejar de pensar en ella una vez que la escucharon! Cada vez que me pasa algo así, el tema en cuestión ingresa a una lista de temas mutante cargada en el reproductor de la compu, donde todo el tiempo voy armando cretinadas posibles (o imposibles). Como me suele pasar con los temas que generan un subidón como de azúcar --y mas con semejante golpe inicial, ideal para cambiar cualquier onda--, lo pensé como final de lado, y así lo fui probando, pero por una u otra razón los no-programas pasaban, y Chris Spedding seguía esperando su turno. Decidí que debía ubicarlo al comienzo, y fue como todo se solucionó inmediatamente: acá está el señorazo Spedding, un dandy durante el glam rock, pero también el primero de su generación en comprender al punk: fue el productor de los primeros demos de los Sex Pistols, y siempre se ha dicho que las guitarras y bajos que suenan ahí son suyas, aunque Steve Jones se empeñe en negarlo enfáticamente. Le doy la diestra a Jones, pero si todos pensaron que la culpa era de Spedding, es que el hombre estaba en esa sintonía. Wikipedia me recuerda que tocó con todos, desde John Cale hasta Paul McCartney, con quien aparece en Give My Regards To Broad Street. Siempre fue, se sabe, el gran sesionista británico, una leyenda para conocedores, un desconocido para el gran público. Lo sigue siendo, aún activo a los 72 años. Una lástima, porque temas como este Silver Bullet merecen leyenda y no anonimato. Por eso abre uno de los lados de un Música Cretina que está de regreso, aunque nunca nos hayamos ido a ningún lado.
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