"Gila nos enseñó a detestar esa clase de humor basado
en la burla de la desgracia ajena, sobretodo en su monólogo sobre las fiestas
populares en las que el disfrute es el maltrato animal. Se empieza arrancando
cabezas de pollo y se termina descabezando a algún vecino. El relato de Gila
culminaba con un tremendo disparo a los pies de la historia: 'Bueno, me habéis
matado al hijo, ¡pero lo que me he reído!"
Iba a agregar que, además de El Roto, lo único entero que
tiene El País son las columnas de Manuel Rivas que salen los sábados en
contratapa, pero como no las ponen online, es difícil darse cuenta. ¿Será
casualidad que al único columnista que se carga sin dudar al neoliberalismo y no
incurre en las simplezas analíticas del diario no le publiquen online las
columnas? Seguro que si, no es cuestión de pensar tan mal. Pero acá va la de
este sábado, a la que se le puede dedicar el mejor elogio posible: ¡Pero si no
parece una columna de El País!
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