Cada noche de viernes y de sábado/ es tiempo de pata pata
En realidad es la tarde de un domingo lluvioso, pero espero que entiendan la idea. Para empezar, la idea es recordarles que el que hasta ahora es el último Música Cretina sigue esperando que lo dejen sonar. Si aclaro que es ‘hasta ahora’ es porque ya tengo listo el próximo, pero me parece que aun queda por escuchar y también quedan cosas por hablar del que está esperándolxs. Como la hermosa versión del tema de Miram Makeba que pueden encontrar en el lado B: este post arranca con uno de sus versos. Creo que la primera vez que escuché hablar del Pata pata fue en una historieta de Asterix, la de los Normandos. La protagoniza un joven que llega a la aldea con las costumbres modernas de París, o Lutecia, digamos. Y para demostrarlas se sube a un escenario durante un baile, y comienza a tocar una cancion que en la edición española está traducida como Pata pata. Yendo al original francés, descubro que lo que Goscinny y Uderzo le hacen cantar al joven es un tema inventado, Le monkix, cuya referencia pareciera ser Mickey’s Monkey de Smokey Robinson y sus Miracles. O al menos eso es lo que apunta el cantante francés Arnold Turboust, que en su cuarto disco, del año 1995, llenó el prolongado vacío generado por la ocurrencia de los autores de Asterix escribiendo y grabando su propio Le monkix. Pero mejor volvamos al Pata pata y a la hermosa y majestuosa Makeba, conocida tambien como Mama Africa, la primera estrella mundial femenina africana, a caballo justamente del tema en cuestión. Nació en 1937, en las afueras de Johanesburgo, hija de una madre de la etnia Swasi y un padre Xhosa, y murió en 2008, luego de participar --militante hasta el fin-- de un recital en Nápoles en apoyo al escritor Roberto Saviano. Makeba se asomó por primera vez al mundo con el pelo bien corto y los hombros desnudos, cantando en Come back, Africa, del norteamericano Lionel Rigosin, conocido por sus películas políticas y que mezclaban documental con ficción. Come back, Africa describe la vida en Sudáfrica bajo el apartheid, ganó el premio de la crítica en el Festival de Venecia en 1959, y condenó a Makeba a un exilio que se prolongó por mas de tres décadas. Confieso que no tenía mucha idea de la estatura política de Makeba, para mi era apenas la cantante de un tema de los tantos estilos que supieron estar de moda de los años ’60 hasta que los Beatles lo cambiaron todo, pero la reversión que realizó la norteamericana Somi, que le bajó el tempo e incluyó declaraciones de su autora sacadas de algunas entrevistas, refiriendose a la vida en su ciudad natal y mencionando el colonialismo, me hizo verla con otra luz. Es más: volver al Pata pata original me permitió darme cuenta que es un tema mucho más rico de lo que recordaba. La versión de Somi que suena en el Lado B de este no-programa está tomada de su disco Zenzile, cuyo subtítulo explica de qué se trata: La reimaginación de Miram Makeba. Pero el título también lo deja bien claro, ya que es simplemente el nombre original de la cantante, que significa algo así como “No le debés nada a nadie”. Así que los invito en este día lluvioso de lo que queda claro que aún es invierno, a hacer play en el que aún es el último Musica Cretina, donde suena el Pata pata según Somi, un tema que se deja escuchar como un fueguito ideal para días como éstos, en que necesitamos juntar las manos y calentarnos los pies. Porque, qué duda cabe, todavía queda mucho por andar.
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