miércoles, 14 de agosto de 2019

Rickie Lee Jones c/Joe Jackson, Show biz kids (Steely Dan)

Mientras los pobres duermen/ de noche salen todas las estrellas

Qué linda foto, ¿no? Estaba buscando una de la época en que Rickie Lee Jones grabó el tema de Steely Dan de donde sale el verso con el que arrancan estas líneas, pero de pronto apareció esta imagen y cómo resistirse. En ella se despliega la hermosura, la onda y la calle de la buena Rickie Lee con la que todos fantaseamos desde aquel inesperado debut, que data de la época que se sacaban chispas con un tal Tom Waits, pero por entonces sólo la conocíamos a ella, la chica del top 10 que sonaba en las FM porteñas, y que en vez de pasarse de distinguida se plantaba con eso que por entonces todavía no llamábamos aguante. Claro que, en vez de remontarnos a aquellos tiempos de la Texaco de la última oportunidad —y de Chuck E. enamorado—, el cover de Steely Dan data del año dos mil, casi veinte (!) años atrás, con la Jones intentando su enésimo retorno, en este caso con un hermoso álbum de versiones, titulado It’s like this, el segundo de su carrera, después de Pop pop (1991). Y los covers parecen ser del agrado de nuestra cantante, ya que hay tercer opus, The devil you know (2012). Pero volviendo a It’s like this, confieso haberlo comprado en su momento más que nada por su deliciosa y despojada versión de For no one, la gran balada barroca —con clavicordio y trompeta incluidos— del Revolver de los Beatles. Lo que no me había dado cuenta es que el que acompaña a Rickie Lee Jones al piano es nada menos que Joe Jackson. Y no sólo eso, también toca y canta con ella este otro tesoro que descubrí mucho después en el disco, esta versión de Steely Dan que bien podría estar en un disco solista del buen Jackson. Un tema en el que dos desclasados de las grandes ligas del pop anglo recuerdan, versionando un tema de un dúo de privilegiados de la misma división, que Los pibes del negocio del espectáculo hacen películas sobre ellos mismos/ y no les importa una mierda nadie más. En este miércoles soleado y frío como el alma de quienes aún nos (des)gobiernan, es una buena forma de recordar dos cosas. Una es fácil de olvidar en el ida y vuelta de días tan vertiginosos como los que nos toca vivir: que aún hay un Música Cretina con mucho para descubrir antes de que llegue el próximo. Y la otra mejor olvidarla y al mismo tiempo tenerla presente por eso de los tropezones y la piedra: que a los (no tan) pibes del negocio no les importamos una mierda. Por todo esto, siempre hay que recordar que al mal tiempo buena música. Y si es Cretina mejor.

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