"Era el cumpleaños número 70 de John Cage, que se
celebró en Chicago, con un festival que reunió a todos los intérpretes de los
que entonces se llamaba Nueva Música. Debo decir que nunca escuché a mi música
sonar tan bien como esa noche, le encantó a todo el mundo. Pero Cage apenas
salió del auditorium se enfrascó en una larga diatriba sobre lo peligrosa que
era mi música. La llamó fascista, y llegó a decir que si continuaba sonando
podía traer el apocalipsis".
...
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Glenn Branca me contó su versión de esta famosa
anécdota de su carrera hace ya 20 años, cuando lo entrevisté en Londres en
agosto de 1998, justo antes de la presentación de Sinfonía Nro 12, dentro de un
ciclo llamado American Pioneers, que se realizó en el Barbican. El artículo
salió unos meses mas tarde en Radar, y me acordé de él ayer, cuando supe la
noticia de la muerte de Branca, con apenas 69 años. Lo busqué online y no lo
encontré, asi que apenas pude lo desempolvé de mi archivo y lo subí a mi blog Notas encontradas --donde subo notas viejas que no encuentro online-- para poder
compartirla. Era
un día de lluvia, y Branca me recibió al final de un largo desfile de
entrevistas, ya entrada la noche. Se tomó un par de whiskies durante nuestra
charla, y al final ya estaba bastante enfático y algo maníaco. Así lo vi
también sobre el escenario, durante el vibrante estreno de su sinfonía. Y me
gusta imaginar que siguió así durante las dos décadas siguientes que le
quedaron de vida, hasta la noticia que se supo ayer. Buen viaje Glenn, no sé si
te habrá dejado tranquilo o decepcionado saber que tus guitarras no tienen la
culpa de nuestro apocalipsis.
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