Avivate, no cierres tus ojos/ mantenete firme/ y corré, corré, corré
Es la gran madrina de un rock alternativo que, ademas de poguearse puño en alto a comienzos de los 90, también se permitió aprender a bailar. No fue tan difícil, a fin de cuentas. Sobre todo si se tiene en cuenta que sus coros generosos les regalaron éxitos a quiénes por entonces todavía le cantaban sólo a su tribu. Ahí está, acompañando a Michael Stipe al frente de REM en Shiny happy people. O junto a Iggy Pop en la aún irresistible Candy. Y ni que hablar de esos crossover extraordinarios junto a los B'52, banda con nombre del avión responsable de llevar la bomba atómica hasta el cielo de Hiroshima y Nagasaki, exorcisado baile tras baile, con una actitud y canciones capaces de cruzar fronteras de estilo, edad y genero. Kate Pierson es esa pelirroja del grupo que se canta todo, y que hace un par de años sacó un demoradísimo debut como solista que pasó increíblemente desapercibido. Lo hizo con la ayuda de la hacedora de éxitos Sia, pero lo editó de manera independiente, lo que seguramente selló su destino. Su título es simple: Guitars and microphones, y este bien podría haber sido su hit, un tema que suena inconfundiblemente Pierson, sin saber muy bien eso qué significa. Una canción que habla de estar atentos y correr cuando llegue el momento, pero correr con urgencia y también cuidado, como si llevásemos una lamparita encendida en las manos. Estamos en un viaje/ dentro de la cabeza de la tortuga, canta enigmáticamente Pierson en el estribillo, y cada vez que llega ese momento no puedo evitar pensar en la tortuga de mar hippie y fumona de Buscando a Nemo. Ahí vamos entonces, entregándonos a la corriente. Ahora que la mañana del domingo se decide a recibir al sol, y convertirse en mediodía, es el momento de recordar tambien que tenemos un nuevo Música Cretina. Y con la canción de Kate Pierson arranca el Lado B de un no-programa que recién empieza a ver la luz, aún por descubrir. Avivensé, abran los ojos, y las orejas. Y cuando llegue el momento, apreten play y déjenlo correr.
Es la gran madrina de un rock alternativo que, ademas de poguearse puño en alto a comienzos de los 90, también se permitió aprender a bailar. No fue tan difícil, a fin de cuentas. Sobre todo si se tiene en cuenta que sus coros generosos les regalaron éxitos a quiénes por entonces todavía le cantaban sólo a su tribu. Ahí está, acompañando a Michael Stipe al frente de REM en Shiny happy people. O junto a Iggy Pop en la aún irresistible Candy. Y ni que hablar de esos crossover extraordinarios junto a los B'52, banda con nombre del avión responsable de llevar la bomba atómica hasta el cielo de Hiroshima y Nagasaki, exorcisado baile tras baile, con una actitud y canciones capaces de cruzar fronteras de estilo, edad y genero. Kate Pierson es esa pelirroja del grupo que se canta todo, y que hace un par de años sacó un demoradísimo debut como solista que pasó increíblemente desapercibido. Lo hizo con la ayuda de la hacedora de éxitos Sia, pero lo editó de manera independiente, lo que seguramente selló su destino. Su título es simple: Guitars and microphones, y este bien podría haber sido su hit, un tema que suena inconfundiblemente Pierson, sin saber muy bien eso qué significa. Una canción que habla de estar atentos y correr cuando llegue el momento, pero correr con urgencia y también cuidado, como si llevásemos una lamparita encendida en las manos. Estamos en un viaje/ dentro de la cabeza de la tortuga, canta enigmáticamente Pierson en el estribillo, y cada vez que llega ese momento no puedo evitar pensar en la tortuga de mar hippie y fumona de Buscando a Nemo. Ahí vamos entonces, entregándonos a la corriente. Ahora que la mañana del domingo se decide a recibir al sol, y convertirse en mediodía, es el momento de recordar tambien que tenemos un nuevo Música Cretina. Y con la canción de Kate Pierson arranca el Lado B de un no-programa que recién empieza a ver la luz, aún por descubrir. Avivensé, abran los ojos, y las orejas. Y cuando llegue el momento, apreten play y déjenlo correr.
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