Sé dónde está mi amor/ mi amor está al este del Edén
Buenos días martes (¡buenos días!), buenos días semana (¡buenos
días!). El otro día hablábamos de llamada y respuesta, y el comienzo de este primer
tema del álbum debut de Lone Justice es un ejemplazo de ese estilo. Un cantante
que canta y un coro que responde. ¡Y qué cantante! Siempre se dijo que los Lone
Justice nunca encontraron su lugar porque eran demasiado rockers para los
country y demasiado country para los rockers, pero también tenían escuchado su gospel,
y no tengo dudas que esa mezcla fue demasiado para la época. Celebrados por el
periodismo especializado antes de su primer disco allá por 1985, ni siquiera la
producción de Jimmy Iovine o un hit firmado por Tom Petty les sirvió para estar
comercialmente a la altura de su hype. Pero aún hoy me sigue hechizando este disco,
las canciones y la poderosa voz de la bella María McKee. Voy a seguir mis
sentimientos/ voy a seguir mis sentidos/ voy a seguir mi brújula. Me cuenta
wikipedia que María McKee es la hija de Bryan MacLean, guitarrista de Love, y
que llegaron a hacer un dúo de padre e hija cuando ella era adolescente. Debía
ser algo lindo para ver. Ahora está mas gordita, pero ha vuelto a cantar
después de más de una década y media de silencio. Es algo para celebrar.
Recuerdo que Martín Rea tenía un disco solista de ella que no me quería dar
aunque no lo escuchaba, y ese tira y afloje se prolongó bastante en el tiempo. Finalmente
conseguí algo por lo que aceptó cambiarlo. Yo tampoco escucho mucho ese disco,
Martín. El debut de Lone Justice es todo lo que necesito de María. Por eso abre
el Lado A de un flamante Música Cretina, dedicado a una discoteca que acaba de
ser mudada y –lo más importante—desembalada. ¡Pasen y escuchen!
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