Si cada palabra que digo/ puede hacerte reir/ hablaría para siempre
Sale el sol y, desde la mesa de mi cocina donde desayuno todos los días, veo cómo se lleva las nubes esta mañana de miércoles. Y la vision merece de fondo las voces celestiales de los Beach Boys acompañando a su hermano Dennis, el más terrenal de todos, el único que realmente surfeaba, el chico de la playa de verdad. Desde que el mercado discográfico incorporó como una constante la reedición de lujo o no tanto, pero necesitada de la multiplicación de discos y extras para justificar de alguna manera la venta del mismo producto una y otra vez, cada nueva aparición de los Beach Boys trae más cintas de sus voces solas, sin nada detrás. Algo que lejos de ser el fondo de la olla, o tal vez siéndolo, se resignifica una y otra vez como un increíble regalo paradójicamente fruto de la avaricia empresarial, al punto de que se puede disfrutar de esos audios --que no fueron realizados para escucharse en solitario-- sin necesidad de conocer el tema original. Yo, por lo menos, no conocía --o no tenía particularmente presente-- el disco Sunflower, donde aparece el original de este delicioso Forever, justamente de Dennis, que en su versión a capella asoma casi al comienzo del lado A del último Música Cretina. Y también en la mañana de este miércoles en el que, cuando termino de escribir esto, ya no hay ni una nube en el cielo, y es todo sol primaveral, como debería serlo siempre. O al menos siempre que lo necesitamos.