martes, 31 de diciembre de 2019

Beck, "Saw lightning"


Hubo un día/ en que ví relámpagos

Acá estamos, costó pero llegó. ¿Estoy hablando del fin de año? No, me refiero al último no-programa del 2019, el número doce. Si, quería cifras —más o menos— redondas para entregarme al redondísimo 2020, así que hay un nuevo Música Cretina para guiarnos de la mano —o de la oreja— hasta una nueva década. No voy a entrar en polémicas, lo se, matemáticamente faltaría un año para cerrar estos años diez y pasar a lo que sigue, pero esos dos 20 son contundentes. La razón no puede contra los números, y es aún más disfrutable pensar que es una frase que tiene su cretinismo. Lo cierto es que tenemos nuevo no-programa, se viene una nueva década, y quien mejor para guiarnos hacia el futuro que Beck Hensen, el chico que se hizo famoso asumiéndose como perdedor y se ganó todo, y tiene un nuevo disco en el que se sacude nuevamente, como en los viejos tiempos. Se llama "Hyperspace", y en la portada lo acompaña un auto fantástico. Pero qué importa Beck y qué importan las tapas, lo que importa es que llegó el momento de creer. Señor, ¿no me tomás y guiás hacia la luz, canta el ya-no-tan-niño Beck, y su música se retuerce recibiendo el poder de… ¿la música? De estas paradojas estamos hechos, aquí estamos, esto es Música Cretina pero, lo más importante, somos un año que se va y otro que viene. Y al mismo tiempo estamos hablando de apenas una noche, ¿qué puede cambiar en una noche? Lo que nunca cambia es lo que nos cambia, eso que somos y dejamos de ser día a día, eso que cantamos, eso que bailamos. Perdón Beck, pero permitime también que diga lo mío: Señor, ¿se puede correr a un costado? Que hay un nuevo Música Cretina que estrenar y me viene bien una luz, por qué no, pero después también necesitamos seguir escuchando, celebrando y bailando.

domingo, 29 de diciembre de 2019

Música Cretina 2019 #11

ESTO NO ES UN PROGRAMA

4-12-2019

Lado A

“Se que lo hice mal/ y que me lo merezco”

1.- The Mountain Goats, Clemency for the Wizard King
2.- Francoise Hardy, A cache-cache
3.- Pedro Dalton c/Federico Morosino, Ego y distorsión (Tobogán Andaluz)
4.- Avi Buffalo, What’s in it for?
5.- Grand Blanc, L’amour fou
6.- Thea Gilmore, I’m not down (The Clash)
7.- Andrés Calamaro, Superjoint

Lado B

“Decís que te gusta la oscuridad/ y tu mano en la mía”

8.- Mary Love, Hey, Stoney Face
9.- Silva c/Anitta, Fica tudo bem
10.- Johnny Marr, Day in day out
11.- The Radio Dept., We climb wired fences
12.- Los Andes, El momento
13.- Peter Yorn & Scarlett Johansson, Cigarillo
14.- Sr. Chinarro, Quiero hacerlo mejor

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sábado, 28 de diciembre de 2019

Avi Buffalo, "What's in it for?"


Todas esas cosas que vos aprendés/ las conozco desde mi infancia

Tal como sucede con esta semana, con el mes y con el año, este no-programa ya va teniendo que dejar paso al que sigue. Pero de la misma manera en que seguiremos siendo 2019 durante dos días más después del fin de semana, siempre parece haber un tema mas como algo para contarme. Y en este caso se trata de un hitazo indie olvidado, de un artista que si no es un one-hit-wonder le pega en el palo. Se trata de Avi Buffalo, la gran esperanza blanca de fines de la década pasada a caballo de este encantador y al mismo tiempo angustiante What’s in it for?, simple primero y luego disco hecho y derecho en Sub Pop, y con un lugar entre los mejores discos del 2010. Y después nada. Bueno, tampoco nada: hubo giras, un segundo disco cuatro años más tarde que pasó casi desapercibido y un desbande. El realidad Avi Buffalo es el grupo que se formó para que —tomen aliento antes de leer su nombre— Avigdor Zahner-Isenberg pudiese cantar sus temas, y googleando por ahí me entero que el buen Avi sigue haciendo cosas aquí y allá. De hecho, en las redes hay un par de temas bajo el nombre de Avi Buffalo con fecha de este año. Pero en los hechos, la única razón por la que no califica como un one-hit-wonder es porque no se puede decir que este tema haya sido realmente un hit. Para mi lo fue cuando allá por el 2010 anduve armando mi habitual nota anual para Radar sobre mis descubrimientos entre las listas musicales de fin de año —una larga costumbre que tuvo su discontinuidad pero retomé el año pasado, y trataré de repetir este año—, pero hacía mucho tiempo que no la escuchaba. Una cosa cruel de la música digital es que, aunque haya ocupado algún lugar mas o menos importante en tu vida, como no existe en el mundo real una vez que salió de tu lista de temas ya no te la volvés a cruzar. Aquellos viejos discos que supieron acompañarme años atrás están ahí en los estantes de mi discoteca, y siempre es posible demorarse en ellos cuando uno anda buscando lo que sea. Estos tiempos modernos son más terminales, y una vez que algo se fue, como si unx tuviese la capacidad de atención de un infante, no ta, che fe, no existe más. Tal vez tenga su lado bueno: no hay discos que, como los juguetes de Toy story, estén lamentando haber sido dejados de lado por los nuevos, rumiando su frustración en la oscuridad hasta que uno vuelva a posar la mirada en ellos y entonces por fin —como aquel gag del gran Gahan Wilson que anticipó las películas de Pixar— puedan saltarnos encima y hacernos su prisionerx. Me gusta recordar que los olores y las canciones son las únicas maquinas del tiempo que por el momento funcionan, y tienen esa capacidad de llevarte de regreso a donde sea. Y no solo se trata del tiempo real, sino también del emocional, y cuando volví a escuchar este tema de Avi Buffalo fue como si nunca se hubiese ido. ¿Qué es lo que hay para alguien que no tiene nada que hacer? ¿Qué hay ahí para mí?, dice y repite Avi en su estribillo, como si recién se diese cuenta del asunto, como si no hubiese ya nada qué hacer al respecto, como si se tratase de una condena por ser como es. Y lo hace con un tono angustiante y al mismo tiempo encantador, mientras que en el resto de los versos describe su dependencia ante una relacion amorosa que pinta un mundo nuevo para un jovencito que creía saberselo todo. Larga cancion de inciación con algo de Dylan en ella, aunque con menos inventiva y rienda suelta que el Bob de su misma edad, What’s in it for? merece tener existencia física en mi discoteca. Iré detrás de ese disco, lo prometo. Mientras tanto, déjenlo sonar en este último fin de semana del 2019, como parte de un Música Cretina que cuando parece ya no tener nada mas que exprimir, demuestra que hay más jugo entre sus temas. Y siempre refresca.

viernes, 27 de diciembre de 2019

Pete Yorn & Scarlett Johansson, "Cigarillo"

Hermosa y delgada como el papel/ es la vida que solías conocer 

Son hermosos, ¿no es cierto? Él es Pete Yorn y ella es —suspiro— Scarlett Johansson, y aunque anduve googleando fotos de los dos que correspondan al EP que sacaron el año pasado, me quedé prendado de ésta, de una década atrás, cuando por primera vez grabaron juntos un disco llamado Break up (2008), o sea separación. Parece que desde entonces Scarlett viene bromeando con Yorn, preguntándole cuando llega el turno del disco de make up, o sea de la renconciliación, pero lo que propuso el buen Pete es apenas un EP que sigue prendado de aquella separación. Se llama Apart (2018), y tiene un tema hermoso que hace tiempo que le estaba buscando un lugar en un Música Cretina, y finalmente acá está, justo para coincidir con otra separación de Scarlett, en este caso en pantalla, o al menos la pantallita de Netflix. Leo por ahí que Johansson conoce a Yorn desde que tenía doce años, cuando su hermano de fue el representante de ella. Yorn se hizo un nombre haciendo música incidental para las películas de los Farrelly, hasta que metió un tema en una de sus bandas de sonido —eran buenos esos discos— que se terminó editando como simple. Si nos pusiésemos a repasar la lista de amigos y colaboradores de Yorn no terminaríamos nunca, veo por ahí los nombres de Peter Buck, Frank Black o Liz Phair, pero el asunto es que compuso los temas de Break up luego de una separación, y pensó que la voz de Scarlett podría ser genial para cantarlos a dúo. Funcionó, pero en su momento se ganaron muchas críticas, más que nada porque parecía ser la temporada de pegarle a Johansson, que venía de hacer un álbum versionando temas de Tom Waits y por entonces también apareció el primer disco de She & Him, el dúo entre M Ward y Zooey Deschannel, que era la carita nueva y salió bien parada en todas las comparaciones (también es un mejor disco el de She & Him, hay que decirlo). Lo cierto es que no había razones que justificasen un nuevo disco de Scarlett con Yorn, salvo el famoso ¿por qué no? Y ni siquiera la ausencia de nuevas canciones —son apenas cuatro, pocas para casi una década de espera— los hizo cambiar de idea. Traté de llamarte por la noche/ cigarillo en tus ojos, canta Yorn en el que tal vez sea el único tema que merezca ser recordado del álbum —junto con su hermosa foto de portada—, cuyo bautismo hace mención a los cigarros cortos envueltos en papel —digamos— cigarro, que en inglés se escriben “cigarillo”, así como se lee, con una “r” simple. Una cancioncita hermosa que suena casi al final del Lado B de un no-programa que ya de nuevo no tiene nada, tal vez por eso ya vamos apurando uno verdaderamente nuevo para cerrar el año. Pero, hasta que llegue ese momento, los invito a seguir fumando. Y recordando.

jueves, 26 de diciembre de 2019

Johnny Marr, "Day in day out"


La vida es un museo/ la mente es el escenario del crimen

Si unx piensa a los Smiths como un mago haciendo su magia —y mágicos eran, qué duda cabe— la vista se te va con Morrissey, pero el truco siempre está a cargo del buen Johnny. No solo reclamó siempre Mozz nuestra atención en el grupo, sino que nos fuimos con él cuando ya no hubo Smiths que mirar. Rompamos la familia/ comencemos con nuestras vidas ¿Se acuerdan? Pero mas allá del mago y sus trucos, confieso que tuve la suerte de nunca perder de vista la guitarra de Marr. Escuché Electronic porque estaba él, y con The The celebré que haya logrado por fin estar a la altura de sí mismo. Tampoco es que le festeje todas sus rutinas, pero no hay nada que me haga más feliz que escucharlo sonar más Smith que nunca en este tema de Call the comet, su último disco solista. “La voz que siempre nos llama/ es el fantasma de la oportunidad”, canta el guitarrista, que nos permite por una vez hacer una pausa en nuestras vidas, y rearmar aquella familia. Smith una vez, Smith para siempre. Yo te saludo Johnny, por ser mi fantasma de las mejores navidarks pasadas, veloz rasgueo del corazón, riff golpeando en la nuca, nunca nos fuimos y aquí estamos. 2020 no es un año, es un número de teléfono de los de antes. O una dirección. Ya sea un llamado que quiere respuesta o un taxi buscando su pasajero, acá te esperamos. Cretinos como siempre. Moviendo la cabeza al ritmo de una canción que, los invito a escucharla conmigo, suena casi al comienzo del Lado B de un no-programa que ya no es nuevo, lo admito, pero aún merece descubrirse. De noche, de ser posible. Y con ganas de abrigarse.

miércoles, 25 de diciembre de 2019

Silva c/Anitta, "Fica tudo bem"


Puedo no saber de todo/ y mejor a veces no saber

El es Lucio Silva de Souza, o simplemente Silva, un cantautor oriundo de Vitoria, que se ha ido ganando su lugar a fuerza de discos —ya lleva cinco desde 2012— y colaboraciones con figuras como Lulú Santos, Fernanda Takai o Marisa Monte. Ella es Larisa Macedo Machado, mucho más conocida como Anitta, tal vez la estrella pop más rutilante de Brasil, una carioca fanática de Britney Spears que comenzó su carrera como parte de un grupo funk y hoy brilla con luz y —especialmente— mega éxitos propios. Juntos han grabado un delicioso tema que ilumina el Lado B del último Música Cretina, uno de esos temas que cuando suenan te sacan una sonrisa y te hacen preguntarte “¿y éstos quienes son?”. Obviamente que resulta ideal para acompañar este día de Navidad, este agotado celebrar de un nacimiento top, cuyo estribillo repite y repite —pero con mucha onda y hasta cariño se podría decir— eso que unx siempre quiere escuchar: que va a estar todo bien. Todo, todo bien. Eso que cantó alguna vez Bob Marley y también Gilberto Gil, entre tantos otros, es lo que cantan Silva y Anitta, que se reunieron para Brasileiro, el último disco del primero, editado el año pasado, después de haber girado por todo Brasil con un álbum dedicado a las canciones de Marisa Monte. Es todo un manifiesto de fin de grieta pasar de la venerada Marisa a la exitosa Anitta, y por lo tanto un signo de los tiempos. El tema habla de amor, de qué otra cosa podría hablar, y habla de cuidar a quien te cuida, y cuidarse. Un consejo que nunca viene mal, y al que Música Cretina suscribe incluso con toda su cretinidad a flor de piel, porque una cosa es ser cretino y otra ser jodido. Y como no se trata de andar jodiendo a nadie —salvo a los que nos jodieron bien jodidos, pero eso es otra historia— lxs invito a hacer play en el último no-programa, para acompañar el nacimiento de quien morirá por los pecados de alguien, pero no por los nuestros, ¿no es cierto Patti? Y fica tudo bem, claro que si. Fica, fica tudo bem.

martes, 24 de diciembre de 2019

Pedro Dalton y Fede Morosini, "Ego y distorsión" (Tobogán Andaluz)


Hablemos del cantante que aún no ha muerto/ pudriéndose en un sucio bar del centro

Hablan del silencio que precede a la bomba pero nadie habla del que anticipa los festejos. Tal vez por no romperlo. Martes de sol y verano, un verano generoso, por cierto. Vivible, digamos. La ciudad se despereza aún, envuelta en una calma de mediodía de fin de semana o feriado, aunque en rigor no lo sea. Pero en unas horas será navidad y Música Cretina no puede más que celebrarlo. Lo mas parecido a un regalo de Papa Noel que recibí este año fue el descubrimiento de Ego y distorsión, un temazo de Tobogán Andaluz que Pedro Dalton y Federico Morosini —al que yo siempre me equivoco y llamo Julen porque es el cantante de Julen y La Gente Sola— casi vestidos de rojo, barba blanca falsa y gorro con pompón, depositaron en mis oídos cuando llegó a mis manos el disco de Isla de Encanta, el programa de radio que Dalton hace en Uruguay junto al periodista Nelson Barceló. Siempre invitan amigos músicos, y las entrevistas terminan con el cantante de Buenos Muchachos tocándose un par de temas con cada invitado. Lo mejor de la cosecha de la temporada terminó en el disco —digital y en ¡vinilo!, gracias Nelson por hacérmelo llegar— que me deparó varias emociones, se ve que ando a flor de piel en este fin de año. Pero descubrir este tema fue un auténtico regalo. Como el invitado era el Fede —Julen— supuse en principio que era de algún grupo indie uruguayo, pero enseguida leí que era una versión de Tobogán Andaluz, el grupo de Facu Tobogán. Todo en la voz de Pedro se Daltoniza, hay que decirlo, pero ademas eso de pedir por el cantante que aún no ha muerto es tan uruguayo, por tantos bellos muertos cómodos hoy que ya no están para quienes se apuran en celebrarlos, incómodos e ignorados cuando estaban vivos, cuando habría que festejarlos. Leo por ahí que Tobogán en realidad se llama Facundo Pantrera, y es de Pilar, pero hace ya tiempo que se presenta tanto como Fede Tobogán como liderando su proyecto grupal, Tobogán Andaluz. Ya sé, ya sé, llego tarde a su música, hace casi una década que anda dando vueltas por el under, y hace unos años incluso con proyección internacional. Por eso celebro aún mas el regalo que me han hecho Pedro y Julen, porque hay un mundo de música en el que sumergirse. Sólo puedo decir esto: se celebra la pérdida de agresividad del verso Súbete al coche de un extraño en la voz de Facu, pero por lo demás ambas versiones, tanto la de Tobogán Andaluz como la de Isla de Encanta son maravillosamente emocionantes. ¡Piel de pollo! En mi reciente paso por Montevideo pude agradecerles el regalo tanto a Pedro como a Fede, y Dalton me confesó que cuando canta Hoy es luna llena en Belgrano/ y han pasado como siete años, no le hizo falta cambiarlo por Palermo, el barrio montevideano, para sentirlo como propio. Balas que pican cerca, son las que esconden siempre las buenas canciones. Tus ojos están iguales con el tiempo/ Mi caparazón se ha ido rompiendo, confiesa Facu al frente de Tobogan Andaluz, Pedro y Fede cantando en Isla de Encanta, y cada uno sabrá qué parte suscribe de esos versos. Invito a quienes quieran encarar el camino hacia una Navidad Cretina que hagan play en el último no-programa y escucharán los golpes que marcan el comienzo del tema a poco de empezar el Lado A. Como dice su letra, que lo sabe todo antes que nosotros: Las fiestas no son como las de antes/ Ego y distorsión, malditos ignorantes. Jojojo para todo el mundo.

lunes, 23 de diciembre de 2019

Mary Love, "Hey, Stoney Face"


Hey, Cara de Piedra/ ¿por qué nunca sonreís como todos los demás?

Se las presento: la cantante de este tema nació como Mary Ann Varney, y falleció como Mary Love Comer, pero se hizo medianamente famosa simplemente como Mary Love durante los años sesenta. Si estamos hablando de ella es porque su voz inaugura el Lado B del último Música Cretina, un no-programa del que hemos hablado poco pero trataremos de subsanarlo en estos días tan festivos, jojojo. Como bien cuenta el especialista Ritchie Unterberger en la breve biografía que escribió para AllMusic, había muchas cantantes como ella por aquella época, y si no llegó mas lejos fue simplemente por la ausencia en su repertorio de algún tema excepcional o porque no tenía una personalidad que le permitiese distinguirse en un ámbito bastante poblado. La descubrió el manager de Sam Cooke, y se la llevó al sello Modern de Los Angeles, donde apenas si grabó media docena de simples. Pero su carrera tuvo un segundo capítulo gracias a la particular escena del Northern Soul de Inglaterra, especialista en rescatar el olvido cantantes soul dejados de lado. Hubo incluso un tercer acto en la carrera de Mary Ann a comienzos de los 80, cuando se casó con el predicador Brad Comer, y llegaron a grabar un simple a dúo. La pareja tuvo su propia iglesia en el Moreno Valley, en California. Supongo que esa fue la vida —feliz, espero— de Mary Ann hasta que murió, apenas un par de años atrás. Pero lo que nos interesa son aquellos viejos simples, rescatados años después por los buscadores del Northern Soul británico, uno de los cuales llegó hasta una reciente compilación, y entonces —plop— acá está abriendo uno de los lados de un Música Cretina que aún cuenta como nuevo, y a estrenar, así que hagámoslo de una vez por todas. Y escuchemos a Mary Love —María Amor, qué linda pareja para el Amigo Amor de Jerry Lewis, ¿no?— cantar eso de Stoney Face, que yo traduzco como Cara de Piedra más que nada respetado el capítulo eclesial de la vida de nuestra María, pero que en una de esas también podría querer decir Cara de Fumado, oh sí, la única manera de llegar a buen puerto atravesando las fiestas. Claro que en ese caso, en vez de no sonreír, el Stoney Face de Mary debería estar con una sonrisa de lado a lado. Tal vez por eso la pregunta: ¿Por qué no sonreís? Sonriamos, entonces, que el verano nos recibe dándonos un respiro, Papá Noel está cerca y se muere de calor enfundado en su traje rojo y la barba falsa, y siempre, pero siempre, hay tiempo para una nueva pitada. Y un nuevo Música Cretina, claro.

lunes, 9 de diciembre de 2019

The Mountain Goats, "Clemency for the Wizard King"

Nosotros/ los que nos deslizamos entre tus guardias durante la noche

Creo que ya les avisé que hay un nuevo Música Cretina pero también asumo que casi no hemos hablado del asunto, algo que merece repararse. Así que acá vamos, con estos versos que forman parte del tema que abre el Lado A —es decir, que abre el no-programa— cantados por un tal John Darnielle al frente de sus Mountain Goats. Ahí lo pueden ver, en la foto que forma parte de la promoción de su último disco, el más que recomendable In league with dragons. Darnielle es el que esta tirado en el piso, listo para el sacrificio en las catacumbas, un escenario a tono con la temática de lo que se supone que es un trabajo semi conceptual sobre la historia de una ciudad situada, en la que reina un mago benévolo. Lo de semi conceptual es porque no todos los temas del disco están vinculados necesariamente con esa historia, pero éste claramente sí lo está. En Clemency for the Wizard King cantan los ciudadanos de la ciudad, que se presentan como capaces de romper sigilosamente el sitio durante la noche, y esa frase me lleva directamente a otras imágenes nocturnas, las que en estos días mostraron como hay trabajadores dedicados a sacar las rejas de la Plaza de Mayo. No, ya sé, deslizarse entre los guardias no es lo mismo que tirar abajo rejas, pero es la noche y el desafío los que tal vez emparenten ambas imágenes en mi cabeza. O tal vez las ganas de que esas rejas caigan de una vez, simbolismo de un cambio de tiempos tan fuerte como el desafío de poder sortear cualquier guardia durante la noche, en particular después de estos cuatro años de noche que debimos atravesar. Creo que nadie le canta mejor a la noche —o durante la noche— que Darnielle, tal vez el último héroe indie que nos queda, que ya lleva una veintena de discos con sus Cabras de Montaña, y por suerte pese a que ha incursionado en la literatura sigue sacando un disco tras otro. Como Música Cretina, que quiere dando la cara un no-programa tras otro. Tenemos uno nuevo, que empieza así. Deslizándose entre los guardias durante la noche, para plantarse ante quien corresponda. Pidiendo que dejen libre al que han encerrado. Y libre será.

jueves, 5 de diciembre de 2019

Diez años

Fue como ver la Revolución de Mayo o a San Martín cruzando los Andes. Un milagro que nos regaló Spinetta y que hoy cumple diez años. Aun no me decido si fue piadoso o una crueldad que Luis no supiera entonces que no le quedaba mucho tiempo, que mañana decididamente no era mejor. Aquella noche histórica tuve suerte y ligué lo que nunca, el mejor asiento: primera fila al medio. Vean la entrada: fila 1 asiento 3. Nora Lezano se sentó a mi lado, fila 1 asiento 1. Mejor imposible. Pedimos tarde nuestras entradas, nos dijeron que estaba difícil, que iban a ver qué podian hacer. Hicieron demasiado. Seguro que estaban reservadas para otros, alguien importante que suspendió a último momento. Con Norita siempre pensamos que eran las de Nestor y Cristina.