Miro y Su Fabulosa Orquesta de Juguete, "La humanidad"

Hijo, en verdad/ todo es una segunda oportunidad

Buenos días, malos tiempos. Aún es de mañana, lo se sin necesidad de mirar el reloj porque la casa está en silencio y en desorden, como corresponde. Ayer volvía pedaleando del trabajo y se cruzaban las manifestaciones, los que pedían por el congelamiento de las tarifas y los que celebraban el triunfo de Boca. A marcha cruzada, así andamos. Aunque bien podríamos celebrar y marchar al mismo tiempo, otra vez, como corresponde. O al menos como piden y piden los tiempos. En los últimos días, cada vez que disfruto de ese hermoso limbo que regala el equilibrio sobre la bicicleta --algo que solo puede saberlo quien ya ha pasado de considerar que el pie en el suelo no da seguridad sino que marca el final del sueño--, no puedo evitar tararear este temazo, al que disfrute de escuchar en vivo una noche en un sótano mas alla de San Telmo, por una superbanda que evocaba la Rolling Thunder Review, tocando para un puñado de personas como si fuesemos multitudes. "Si vas a tirar, no hables, dispará", canta Miro al frente de Su Fabulosa Orquesta de Juguete desde "La humanidad", un tema que bautiza un disco muy poco escuchado, pero que hoy lejos de ser epifánico pasa incluso a ser casi terrorífico, porque no dejo de pensar en esa invocacion a una nueva oportunidad como la frase de los jinetes del apocaeliptica, los literales de los neoliberales, y ademas ese "hijo" poniendo el verso en la boca de un tal Franco, por favor, no dejen que siga hablando, que mi pesadilla no se derrame, hagan play y que gane la música. Mientras vemos como la tragedia deviene farsa o viceversa, Groucho dixit, los invito a escuchar uno de los temas del último Música Cretina que sonó en FM Universidad de La Plata el sábado pasado, y ya que estamos, en este jueves nubladísimo y de techos perforados, podrían hacer play tambien en el no-programa completo, Si es que pueden decidir su destino, Christine mediante. Recuerden, no es lo mismo ser profundo que haberse venido abajo. Y que el viaje recién empieza cuando el camino termina.