viernes, 12 de febrero de 2016

Andrés Calamaro, "7 segundos + El día que me quieras"


Al final de cuentas, eso es lo que cuenta/ en tus ojos había tormenta

Desde que lo escuché por primera vez en Sin Documentos, 7 segundos --así, con el número, como está anunciado en el disco original-- es uno de mis temas preferidos del amigo Andrés. Tipica canción lenta de fin de lado, cerraba un supuesto Lado A, mientras que Especies que desaparecen --otra maravilla-- hacía lo propio entonces con el Lado B. Supongo que aquella elección del orden de los temas eran resabios de los tiempos del vinilo, ya que Sin documentos (1993) es de la época del compact, por lo que esos temas no cerraban ningún lado, salvo el del cassette. 7 segundos era en realidad el tema 6 del CD, pero como los temas del disco son 12, y el tema 7 --Salud (dinero y amor)-- era clavado para abrir lado, la teoría del orden pensado en la lógica del vinilo aún en pleno reino del compact definitivamente se sostiene. Calculo que parte del encanto es ese guiño de la mención de haber sido parte del plan Austral, en línea con aquel mitico Soy de la quinta que vio el mundial 78 que Andrés inmortalizaría dos discos de estudio y un grupo después. En el original, 7 segundos ya era un tema al piano, y sin casi nada mas, asi que era decididamente mas Andrés que Rodríguez, incluso por los arreglos de cuerdas (que supongo no habrán sido tales, sino sintes, teniendo en cuenta que Litto Nebbia comentó en la época de El Palacio de las Flores que Andrés nunca habia cantado con cuerdas). De hecho, casi todos los temas de Sin documentos tienen una generosa coda musical al cierre, que por momentos parecen merecer su tema propio. Ariel Rot me contó que fue así porque los habían ensayado tanto, que les terminaron agregando cosas. Como 7 segundos no tiene esa coda --salvo un final distorsionado que, no se por qué, me recordó cuando recién lo volví a escuchar a Nuestro Vietnam-- cabe suponer que no se lo ensayó tanto con el grupo, que era --justamente-- un tema bien Andrés. En esta nueva versión, despojada como la original, y muy bien interpretada tanto por Andrés como por Germán Widemer, 7 segundos tiene por fin su coda, aunque El día que me quieras es --obviamente-- mucho más que eso. Acaricia mi ensueño es frase mítica, mucho mas grande que la vida y al mismo tiempo apenas una canción, un verso inicial, nada y todo a la vez. Cruce entre Sin Documentos y Tinta Roja, entre el Salmón y el Mudo, este primer simple del inminente Romaphonic Sessions anticipa esos cruces que son parte de su esencia como disco, entre lo clásico propio y los clásicos de los clásicos. ¡Cruces casi Cretinos! Bienvenida sea la música, y el placer de mezclarla y descubrirle nuevos matices, sola y acompañada. De volverla a escuchar, a solas, despojada, pura, celestial. O en llamas, como corresponde.

jueves, 11 de febrero de 2016

El último tren, por Martín Pérez



Antes de todo, estuvo El Tren Fantasma. Y no había Tren Fantasma sin Omar Cerasuolo. Ese "todo" al que me refiero es la radio moderna tal como hoy la conocemos, esa FM porteña de fines de los 70 y comienzos de los 80 que supo anticipar la cultura rock de la democracia. Por entonces la radio era el único atajo que permitía asomarse a otro mundo posible. Pero había que buscar esos espacios, no existía nada parecido a la Rock & Pop, no había radios de rock, simplemente puertas a mundos desconocidos aquí y allá, y había que dar vueltas por el dial y los horarios para encontrarlas. Nunca hubo un nuevo mundo radial mas nuevo y mas mundo propio que El Tren, el programa que según cuenta la leyenda un joven Daniel Morano le logró sacar a su padre Mercidio, que por entonces dirigía Radio Rivadavia. Al comando de ese Tren estaba una voz que después seguiría su propio camino, con esa voz de locutor de trasnoche, llegando a grabar discos leyendo poemas, y trabajando en la Folklórica de Radio Nacional desde el día de su inauguración y que acaba de difundir la noticia de su muerte, a la edad de 70 años. Cerasuolo no perteneció a esa renovación radial que terminaría siendo vanguardia rebelde primero y luego rápidamente integrada. Pero me quedo con lo que significó esa vanguardia para quienes fuimos náufragos generacionales, necesitados de alguna clase de pista para encontrarnos. Y también me quedo con la voz de Cerasuolo, que cada vez que escucho me retrotrae a aquellos tiempos de búsquedas, a la sorpresa de encontrar nuevos mundos, a la emoción de descubrir que esos mundos eran anchos y podían ser propios. Y me quedo, por último, con la tristeza de saber que una parte de ese mundo se fue para siempre. 

lunes, 8 de febrero de 2016

Alucinaciones en Familia, "Drones por Capurro·"


Sueño con una invasión/ de elefantes por Cordón

Uno de mis discos de un año que aún no termina de empezar y ya nos tiene pidiendo la hora es el debut del grupo montevideano Alucinaciones en Familia. Pero más que nada porque marca el regreso de Pau O'Bianchi al camino que tan bien transitó al frente de es milagro del rock rioplatense que fue 3Pecados. Para lo que todavía no lo conocen, 3Pecados fue un trio a lo Nirvana que tomó por asalto el under montevideano, y estuvo a punto de hacer lo propio cruzando el charco, cuando se disolvió junto antes de la muerte de uno de sus integrantes. Tuve la suerte de descubrirlos lo suficientemente antes de su implosión --creo que fue gracias a una hermosa versión de El Ojo Blindado, de Sumo, que inmediatamente se volvió Cretina-- como para poder llegar a verlos en vivo un par de veces, allá en Montevideo, y acá en Buenos Aires. La experiencia siempre fue intensa, trascendental y transpirada. Y siempre terminé afónico, porque es imposible no cantar --aullar, mas bien-- con Pau ciertos estribillos, como corresponde. Diciembra, que terminaría siendo el canto del cisne del trío, ocupa por derecho propio un lugar de lujo dentro de los diez discos del rock de la ultima década. De este lado del mundo, al menos. Es un disco que recuerdo cada fin de año, y me pone la piel de gallina cuando tarareo ese tema que dice Año nuevo/ y todo parece tan viejo. Con Alucinaciones, por suerte, este año que ya es viejo parece nuevo, al fin. Y ahí vienen los elefantes de Pau, entonces. Avanzando por Cordón, pero tambien marcando el paso casi al comienzo del Lado A de este primer no-programa del 2016 que ya está gastando sus ultimos mangos, entre St. Paul & The Broken Boys y The Weeknd. Ideal para dejarlo sonar este el mediodía de lunes feriado de carnaval, tan nublado y de clima tan pesado como una bombita de agua quemando en la mano, buscando una víctima que la merezca, como para dar por comenzada la fiesta. O, al menos, apenas sacarse el compromiso de encima.

lunes, 1 de febrero de 2016

Música Cretina 2016 #1

ESTO NO ES UN PROGRAMA

27-1-2016

Lado A

"De las que guardan cigarros/ en el bolsillo de atrás"

1.- St. Paul & The Broken Bones, It's midnight
2.- Alucinaciones en Familia, Drones por Capurro
3.- The Weeknd, Real life
4.- Steve Martin & Edie Brickell, I have you
5.- Elliott Murphy, Hangin' out
6.- Los Rodríguez, Cuando te has ido
7.- Will Butler, Son of god
8.- Jaime Roos, Luces en el Calabró

Lado B

"No creas ni por un segundo/ que te estoy olvidando"

9.- Dave Alvin & Phil Alvin, Please please please (James Brown)
10.- Chico César, Guru
11.- Luke Haines, Pussy Willow
12.- Roy Orbison, Child-woman, woman-child
13.- Candy Caramelo, Gato callejero blues
14.- Los Lobos, Song of the sun
15.- David Bowie, Dollar days