Una canción no es un kilo de tomates/ nunca está cara/ no importa mucho lo que pienses vos
viernes, 26 de junio de 2015
Juanse, "Tomates"
jueves, 25 de junio de 2015
Mark Eitzel, "Sacred heart"
Un corazón lleno de lluvia/ lleno como las nubes
viernes, 19 de junio de 2015
Música Cretina 2015 #8
ESTO NO ES UN PROGRAMA
9-6-2015
Lado A
1.- The New
Basement Tapes, Down in the bottom
2.- Ry Cooder c/Ersi Arvizu, Muy fifí
3.- Ann
Peebles, Crazy about you baby
4.- Willie
Nelson, Wives and girlfriends
5.- Ricardo Iorio, Ritmo y blues con armónica (Vox Dei)
6.- Leonard
Cohen, Slow
7.- Riki Musso, Sánchez, el gurú del overlock
Lado B
8.- Richard
Swift, Lady luck
9.- Juanse,
Tomates
10.- Curtis
Harding, Beautiful people
11.- Mark Eitzel, Sacred heart
12.- Daniel
Melero, Resfriada
13.- The
Black Keys, Gold on the ceiling
14.- Sr. Chinarro, El gato de S.
jueves, 18 de junio de 2015
Maxi Angelieri & Casi Exilio Psíquico, "Sr. Chinarro"
Saliendo de La Biela, Antonio Luque me confirma que lo de
Sr. Chinarro viene por el nombre del actor que intentaba poner orden en el
circo de Gaby, Fofó y Miliki. “Y acá me ves, intentando hacer el mismo
trabajo”, se encoge de hombros con una sonrisa Antonio, haciendo referencia a
su discurso sobre el orden de las cosas –del circo, digamos-- que acabo de
propiciar hace unos minutos con mis preguntas, eso que a veces llamamos
entrevista. Me confiesa que no ha conocido personalmente al verdadero Sr.
Chinarro, pero que sí tiene amigos que lo han tratado, y que el tipo está
contento con el homenaje. “Es más: Miliki le llegó a decir que estaba
envidioso, porque él no tenía una banda con su nombre”. Es buena onda, Antonio.
Lo conocí este mediodía, después de la prueba de sonido de su grupo. Habíamos
quedado entonces para sentarnos a charlar. Cuando el mozo nos preguntó qué
íbamos a pedir, antes de contestarle miró el reloj. Pensé que estaba calculando
su orden teniendo en cuenta el breve tiempo que lo distanciaba del almuerzo.
Pero no. Se pidió una cerveza. “Es la de las tres, o la de las cinco, lo que
pasa es que aún no cambié el horario”. Por lo que pude ver de la prueba, su
debut porteño de esta tarde-noche en el Recoleta será sólo de clásicos.
Nuestros clásicos. Los tres y medio que escuché, al menos, ya sonaron en Música
Cretina. No le alcancé a pedir El gato de S., el tema que suena en el
no-programa de esta semana, pero espero que lo toque. Lo puse especialmente
para poder escribir algo sobre él cuando llegase la fecha del show. Pero no lo
encontré en el youtube, mecacho. Así que van a tener que buscarlo al final del
Lado B, o venir a escucharlo hoy jueves a las 19, en la terraza del Centro
Cultural Recoleta, con entrada gratuita. (El sábado toca en Rosario, el domingo
en Córdoba, siempre gratis). Si, si, ya sé: si el frío te mantuvo en casa
anoche, que la inauguración de la muestra de Nora Lezano y el regreso de Avant Press
resultaban ineludibles, qué sentido tiene salir al doble frío del final de un
día en que la polémica Zanini-Randazzo está que arde, murió un presidente de
facto del que ya todo el mundo se había olvidado, y la iglesia finalmente le
dio la mano a la ciencia y aceptó que el mundo se calienta. Eppur si muove,
muchachxs. Y el asunto es que, como cantó el buen Maxi Angelieri un par de
no-programas atrás, Quería escribir como el Sr Chinarro/ quería cantar como
Nacho Vegas. A Nacho ya lo vimos, y en el mismo lugar. ¿Nos vamos a perder al
artista que intenta poner orden en el circo?
martes, 16 de junio de 2015
Riki Musso, "Sánchez, el gurú del overlock"
Vayan por la guía, sigan como ven/ ir para doblar, volver a coser
“Estoy aprendiendo los acordes de Jordan”, fue lo primero
que me dijo Riki Musso cuando lo llamé para hacerle la nota que le debía, que
salió en Radar, con la excusa de que se venía para tocar con La Vela Puerca en
el Luna. En realidad, era una nota que me debía, porque su disco fue uno de los
que más disfruté escuchar el año pasado. Lo volví a escuchar antes de llamarlo,
después de un tiempo de dejarlo a un lado para no gastarlo, y me volvió a
sorprender y a entusiasmar como la primera vez. Esa primera vez fue algo así
como una emboscada: llegué a casa después trabajar en Diario del Futuro, de madrugada,
y me estaban esperando en casa Ana y el Eté, incendiados con el disco que Riki
acababa de poner online. Sólo quería terminar mi día, pero me sentaron y me
obligaron a escucharlo, y tema a tema terminé tan incendiado como ellos. Después
del show del Eté, al que se sumó para tocar la guitarra en Jordan, nos cruzamos
con Riki en el amplio backstage del Luna mientras afuera la rompía La Vela, y
nos contó que extrañaba a su tortuga --que sólo acepta alimento del ornato público montevideano—pero igual tenía que quedarse un día más de promoción en
Buenos Aires, ya que le habían programado un par de notas por la edición argentina del disco. Estaba sorprendido
Riki por los lugares donde lo estaban llegando. “Me llevaron a un programa de
televisión donde el conductor no paraba de hablar y me abrazaba emocionado... ¡aunque
no me conocía! Pero a mí a duro no me vas a ganar, aunque no tome nada. Así que
lo abrazaba más fuerte y me emocionaba mas”. Algo así es ¡Formidable!, un álbum al que no se le puede ganar en nada, que sorprende y fascina, y que va más allá
de la emoción, la desarma por el absurdo, y al mismo tiempo la abraza sin saber
muy bien por qué. Como sucede con este rocker y psicodélico homenaje a Sánchez,
el overlockista, resuena su nombre en la industria, garante de la baja costura,
leyenda de la collareta. Un prócer, pero de acá a la vuelta. Lo que no es poco.
Como Riki, el del Cuarteto de Él. Que suena cerrando el Lado A del Música
cretina de esta semana. Y también en la mañana del martes de una semana que
prometió ser fría y soleada. Y lo está cumpliendo.
lunes, 15 de junio de 2015
Ann Peebles, "Cry about you baby"
Estoy tan loca por vos, Nene/ y me pregunto si alguna vez pensás en mi
Amo el random. Es una función indispensable para abarcar la
cantidad de música que tenemos a nuestra disposición en estos tiempos tan
conectados. Cuando salgo a pedalear, pongo random en el player donde antes me
preocupé por cargar los discos más nuevos, y si un tema me obliga a mirar el
display porque necesito saber qué es lo que estoy escuchando, es que ando por
el buen camino. Y si una y otra vez es siempre el mismo nombre, hay que
googlearlo y sumarlo al mundo Cretino. Eso fue lo que me pasó con Essential Ann
Peebles, una flamante recopilación del sello Fat Possum, que reúne casi todo lo
que hace falta de una cantante que –según leo en el indispensable All Music
Guide—supo ser el rostro del sello de rhythm’n’blues de Memphis, Hi Records. Al
lado de Al Green, por supuesto. Un tema tras otro, todos brillan en este
Essential, pero el que suena en el Lado A del no-programa de esta semana es
Estoy loca por vos, que Peebles grabó en su álbum debut, This is Ann Peebles
(1969), cuando tenía apenas 22 años, Green aún no había pisado Hi Records y el
sello aún no había terminado de hacer su conversión de country a rhythm’n’soul.
Y también suena en este mediodía de lunes de –por fin—invierno, arrancando una
semana bien abrigados y al sol.
domingo, 14 de junio de 2015
Un Eté en el Luna
Aún sigo recordando cada vez que puedo la generosidad que
tuvo en su momento Jorge Drexler, que cuando por primera se le abrieron las
puertas de un teatro de la avenida Corrientes porteña, en la gira de prensa
previa se dedicó a hablar una y otra vez del Darno y Cabrera, a los que
consideraba sus referentes. Así que de la misma manera me saco el sombrero dos
veces ante La Vela Puerca, que no sólo invitaron este fin de semana para tocar
junto a ellos en su shows en el Luna a dos próceres del rock uruguayo post
dictadura –y seguramente sus referentes-- como Peluffo y Casanova, nada menos
que los cantantes de Los Estómagos (y Los Buitres) y Los Traidores, sino que
también se trajeron como grupo soporte para cada una de las fechas a dos
artistas que son de lo mejor que hoy está sonando del otro lado del charco: Riki
Musso y Eté & Los Problems. Dos abonados a Música Cretina, justo es
decirlo. El viernes mis obligaciones laborales no me permitieron asistir al
show de Riki, pero ahí estuvimos el sábado para cantar las canciones del Eté,
como corresponde. Su educado público apenas si le dedicó un único impaciente “Vamos
la vela” durante su media hora de show –Riki nos contó que la noche anterior se
la habían cantado unas cuatro veces--, y Tabárez asumió el compromiso con una
presencia contundente, como es su costumbre. La rompió, bah. Fue emocionante
escuchar en semejante escenario las canciones que tantas veces hemos escuchado
en lugares mucho más íntimos. Debió de estar un poquito emocionado él también,
hay que decirlo. Al menos fueron dos las veces que comentó en escena que tocar
en el Luna era algo especial. Y si, lo fue. Como también son especiales los de
La Vela, tipos que no se olvidan de su historia. Y a los que les sigue gustando
la música como a los que la disfrutamos desde debajo del escenario, lo que no
es poco. Chapeau, muchachos.
viernes, 12 de junio de 2015
Ry Cooder c/Erzi Arbizu, "Muy fifí"
Tu greña toca el techo/ te crees muy fifí
A veces pienso que soy fan de Ry Cooder desde siempre. Pero
seguro que la culpa la tuvo, como siempre, Alfredo Rosso. Al menos la primer
nota que leí del buen Ryland apareció en el Expreso Imaginario, y lleva su
firma. Pero ampliemos responsabilidades, cuando uno es joven e impresionable,
las cosas no vienen de un solo lugar. Me lo habrá presentado Bobby Flores, o
tal vez el Rafa, que recibía lecciones directamente de Rosso y de Kleiman.
Seguro que el responsable fue alguno de ellos. O todos juntos: qué importa, qué
interesa. En realidad, la culpa es lo de menos. Lo que importa no es el punto
de partida ni la línea de llegada, sino el camino. Sé que me acerqué a Cooder
por dos razones: una, Ry era un gran buceador en la tradición musical propia. Y
dos, también era curioso por tradiciones ajenas. Siempre fui un fanático del
mestizaje musical, y mi primer descubrimiento en esa búsqueda fue el acordeón
del Flaco Jiménez, que engalana los mejores discos solistas de su primer época,
gemas como Paradise and lunch (1974) y Chicken skin music (1976). Es más, creo
que el misterio que aún encierra la versión del tema de Ben E. King con el
acordeón del Flaco en el último de estos dos discos, bien puede ser considerado
como el primer tema cretino de mi larga vida como catador de música. Pero la
vida de Cooder es una con varios actos, y lo mismo se puede decir de mi
vocación de descubridor de tesoros, así que el siguiente paso en mi fanatismo
se entronca con mi temprana cinefilia, al descubrir que Cooder se había
aburrido de hacer discos solistas para nadie, y había empezado a aprovechar las
ventajas económicas de la industria cinematográfica para dedicarse a componer
bandas de sonido que le permitían ser indulgente con sus caprichos. Si bien su
guitarra slide en París, Texas es marca de fábrica, y fundamental para una
película demoledora --obra maestra terminal dentro del cine de Wim Wenders, ya
que para un cineasta que se pasó la vida añorando el cine clásico
norteamericano es difícil regresar de semejante travesía por el desierto--, lo
cierto es que hay mucho más Cooder y aledaños por descubrir en su trabajo, por
ejemplo, junto a Walter Hill. Pero ya señalé que hay más de un acto en la vida
musical de Cooder, asi que al mismo tiempo que se dedicó a aprovechar ese pozo
sin fondo que es la necesidad del séptimo arte de música para acompañar sus
deliciosas mentiras, el placer por convertirse en anfitrión discográfico de
maestros lo terminó llevando a Cuba, y lo puso frente a lo que sería el Buena
Vista Social Club, y el retrato inmortal de Cooder para los no-iniciados estuvo
completo. De la guitarra slide mas copiada de la historia al puesto de
descubridor del Buena Vista, siempre con Wenders al lado. Pero lo mejor de
Cooder siempre estuvo por descubrir, y ahora que se ha convertido en un
venerable maestro como los que siempre se dedicó a grabar –ya está pisando los
70 años, y sus dos últimos discos han sido urgentes y eternos, Pull up some
dust and sit down (2011) y Election special (2012)—, es un lujo poder detenerse
en un disco que resume esos dos Cooder: el solista iniciático y el consagrado
del Buena Vista. Después de todo, Chavez Ravine (2005) es tan obra maestra como
sus experiencias cubanas, y siempre mereció el mismo destino. Para contar la
historia del barrio chicano perdido de Los Angeles, demolido para hacer un
estadio de beisbol, Cooder fue a buscar a los músicos del lugar y de la época,
y el resultado es una maravilla esperando ser redescubierta, que merecía su
propio Social Club. Cada vez que lo escucho quedo deslumbrado, y en estos días
en que hubo despedida, repaso y visita del Buena Vista Social Club, volver a
escuchar Chávez Ravine fue una revelación. Un tema tras otro esconden historias
y descubrimientos, como este Muy fifí de Little Willie G, uno de los mitos de la
música chicana de Los Angeles que asistieron entonces a Cooder cuando empezó a
pasear por las calles de un barrio que hace tiempo que no existía. Pero que
vuelve a la vida en esta discusión entre madre e hija, una queriendo que se
quede en casa (m’hijita por dios se lo pido / no salgas con ese
tipo) y la otra peleando, como los Beastie Boys, por su derecho a la
fiesta (no me voy a desvelar/ pero voy a dar mis vueltas), en la
voz de Ersi Arbizu, Ry en guitarra, Willie G en coros y nada menos que Chucho
Valdés en ese piano que brilla al final, un lujazo. Mírala, mírala, muy fifí/
guáchala, guáchala, muy fifí. Por eso suena en un viernes frío, pero que
merece sus vueltas. Y asoma casi al comienzo de un Música Cretina muy pero muy
fifí, qué duda cabe.
jueves, 11 de junio de 2015
Richard Swift, "Lady luck"
Díganme, por favor/ ¿es mi mente o es mi salud?
miércoles, 10 de junio de 2015
The New Basement Tapes c/Jim James, "Down on the bottom"
Bien en el fondo/ hasta la última gota del vaso
Solcito de invierno. Por fin. Ahora sí arranca la semana, de
verdad. Aunque casi no quede semana que arrancar. Y también arranca un flamante
no-programa, que tiene mucho por recorrer. Arranca con este temazo de The New
Basement Tapes, el supergrupo que armó T Bone Burnett para que completar un puñado
de letras encontradas de Bob Dylan, perdidas desde las épocas de las Basement
Tapes originales, casi medio siglo atrás. Los complotados son nada menos que pibes
como Elvis Costello, Marcus Mumford y Jim James, que canta este Down on the
bottom con toda su voz, como nunca lo hubiese hecho el buen Bob, dicho sea de
paso. Siempre estuve en problemas/ casi toda mi vida. Pero los problemas se
terminan en un día como el que promete ser este miércoles, que tiene además un
Música Cretina enterito por descubrir.
domingo, 7 de junio de 2015
Pete Rodríguez & Louie Ramírez, "Evil ways"
Voy a encontrar a alguien/ que no me haga sentir como un payaso
Santana la hizo en el disco que lleva su nombre a modo de
título, editado en 1969, y la llevó al puesto 9 del top 100 de Billboard, y por
eso su nombre siempre estará asociado a Evil ways. Pero en
realidad, según pude leer por ahí, su autor es un tal Clarence “Sonny” Henry, y
fue grabada originalmente dos años antes en el disco de un percusionista del
Harlem hispano llamado William Correa, pero conocido como Willie Bobo. Es fácil
suponer, entonces, que esta versión también de 1969 incluida en la fascinante
compilación El Barrio, un tesoro dedicado al sonido del llamado
Harlem Español entre 1967 y 1975, y atribuida a un grupo liderado por Pete
Rodriguez y Louie Ramírez, debe de tener como referente la versión original, y
no la de Santana. Es más, al ser Ramírez, timbalero de Harlem como Correa,
seguro debía de saber incluso los orígenes de la canción antes de aquel primer
registro discográfico. Digo todo esto porque es difícil descubrir –al menos a
partir de una rápida búsqueda por internet-- una historia clara detrás de
semejante temazo, que en esta versión disfruta de un irresistible diálogo entre
los dos intérpretes a modo de introducción, que además es rematado en español,
a pesar de estar el tema cantado en inglés. Así que a ponerle sabor latino al domingo
con Pete & Louie, y la historia –inverosímil, es cierto, y más cantada por
dos músicos oriundos de semejante ambiente—del chico que le pide a su chica que
siente cabeza, y deje de tontear por ahí. Un tema que también se puede escuchar
en el Lado A del no-programa de esta semana, entre el rapper YG y los chicos de
Limbo Junior. Lindos cretinos míos.
viernes, 5 de junio de 2015
Ron Sexsmith, "Getaway car"
Sabés leer mi mente y pronto vas a estar ahí/ esperándome en el auto para escapar
Veinte años atrás, un pibe con carita regordeta aparecía
entre los discos. Era un canadiense llamado Ron Sexsmith, y componía canciones
sin tiempo. Deslumbró en su momento a Paul McCartney, Elvis Costello y también
a Rodrigo Fresán, que supo escribir una y otra vez de sus canciones. Los
cachetes de Ron fueron creciendo, y también sus discos en el estante, hasta que
dejaron de importar. No recuerdo exactamente cuando pasó eso, pero seguramente
habrá sido desde que, primero, fue difícil conseguirlos y seguirle la pista. Y
después, cuando fue tan fácil conseguir todo, que ya no nos acordábamos de él.
Pero Ron Sexsmith nunca se fue, y Carousel One, su flamante disco
número 13, parece ser un punto alto en su carrera. Al menos, Ron por primera
vez está sonriendo desde la portada. ¿Te acordás cuando el ciclo del cantautor
casi me destruye?/ Vos lo viste escrito en mi rostro/ e instintivamente fuiste
a buscar el auto/ y me sacaste de ahí, canta Ron en un rockito que
homenajea orgullosamente el sonido clásico del género en los años 50, cierra
orgullosamente el Lado A del no-programa de esta semana, y sirve para
musicalizar este viernes que ni empezó y ya quiere escapar. Vayámonos lejos de este lugar/ veámoslo desaparecer en
el espejo retrovisor. Feliz viernes cretino.
jueves, 4 de junio de 2015
Música Cretina 2015 #7
ESTO NO ES UN PROGRAMA
27-5-2015
Lado A
“Voy a dejar mi mente en blanco/ y olvidarme de todo”
1.- Belle
and Sebastian, Nobody’s empire
2.- Killer Burritos, El chico que bailaba lento
3.- YG
c/Tee Cee, Meet the Flockers
4.- Pete Rodríguez & Louie Ramírez, Evil ways
5.- Limbo
Junior, Puntería
6.- Natalie
Prass, Your fool
7.- Ron
Sexsmith, Getaway car
Lado B
“Alguna vez tuvimos sueños/ ahora tenemos planes”
8.- Kate
Pierson, Throw down the roses
9.- Hernán Martínez, El fondo del mar
10.- The
Bossmen, Bad girl
11.-
Daughter, Still
12.- Buena Vista Social Club, Pedacito de papel
13.- The
Mountain Goats, Animal mask
14.- Luna, Reneé is crying
15.- Adicta, Sabes cómo olvidarme
martes, 2 de junio de 2015
Kate Pierson, "Throw down the roses"
No quiero ser una Fender/ tocada por una estrella de rock
No se banca que la golpeen en el pogo, pero tampoco se
sentaría entre los perdedores de primera fila. No necesita una pulserita de
colores en la muñeca para saber cuál es su lugar, no necesita un micrófono para
decir que está mejor sola, y no necesita ser parte de tu canción. Todo eso
canta Kate Pierson en el furioso tema que abre su flamante disco como solista,
y también el Lado B del Música Cretina de esta semana. La pelirroja siempre fue
la más copada de los B’52, es la que canta Candy con Iggy Pop y Shiny happy people con Michael Stipe, y para Guitar and microphones, el disco con el que finalmente
cumplió son su sueño solista, se juntó con Sia Furler y Nick Valensi,
guitarrista de The Strokes. También aparece ayudando otro compositor estrella,
Dallas Austin, que junto con Sia y Pierson firma este entusiasta Voy a tirar
las rosas. “Se que el telón cae/ sabemos que hay un final para el show que
estoy haciendo/ voy a tirar las rosas”, anuncia la buena de Kate en un tema que
decide no llorar por el agua derramada, y que sirve para dar el banderazo de
largada al martes. Y también para alentar a cliquear en el play de un no-programa
que todavía tiene el vaso lleno.
lunes, 1 de junio de 2015
Buena Vista Social Club c/Elíades Ochoa, "Pedacito de papel"
Pedacito de papel/ que yo tenía guardado/ en un libro viejo/ roto y empolvado/ sin saber por qué
La semana pasada el show de Buena Vista Social Club pasó por
el Gran Rex, a sala llena. La gira está anunciada como la de despedida, ya que
pocos quedan de aquellos que grabaron ese milagro de disco que produjo Ry
Cooder en La Habana hace ya casi dos décadas. De hecho, durante todo el show
–que poco tiene de la magia intimista y sin tiempo del álbum original—se
suceden los homenajes a los que ya no están desde una pantalla enorme que
preside el escenario. Una suerte de inocente pero también utilitario Show de
los Muertos cubano. Tengo los muertos todos aquí/ quién quiere que se los
muestre, cantaba Charly García en la canción de ese nombre –El show de los
muertos-- de Sui Generis, una frase que no pude dejar de recordar el jueves
pasado. Pero lo que entonces era macabro, en el Gran Rex supo ser emotivo y
hasta luminoso, y también parte del show business. El único momento en que se
apagó la pantalla durante la velada fue cuando emergió desde el backstage una
Omara Portuondo mágica e inimputable,
cada vez más pequeña por los años, que --prácticamente de bata y pantuflas--
hizo lo que quiso en escena antes de retirarse por donde vino. No necesitaba
verlo para saber que el show del Buena Vista tenía a ser así, un espectáculo
hecho y derecho, lejano al disfrute de los discos más famosos y
representativos. A pesar de todo, la música y las canciones lograron imponerse
por derecho propio, y los instrumentistas no dejaron de deslumbrar, acercando
el espectáculo al placer escondido en las gemas más secretas de universo Buena
Vista, esos discazos casi instrumentales estelarizados por Orlando “Cachaíto”
Lopez y Manuel “Guajiro” Mirabal. El Guajiro, por cierto, estuvo presente en el
Gran Rex, pero a un costado, en su mundo, trompeta en mano, y hasta intentando
dar algunos pasos como parte de los vientos a sus 82 años. La gira mundial de
despedida del Buena Vista viene acompañada por la aparición de un álbum de
descartes de aquellas míticas grabaciones, apropiadamente bautizado como Lost
& Found. Un trabajo que incluye a todos los intérpretes que ya no están, y
también otros que no son parte de la escudería Buena Vista, sino que eligieron
recorrer su propio camino, como Elíades Ochoa. Es el que canta esta maravilla
que no sónó –obviamente—en el Gran Rex, pero puede dar vida al mediodía de un
lunes soleado. Y que también asoma mágicamente hacia la mitad del Lado B de un
no-programa que aún esconde demasiados secretos. Pero está muy dispuesto a
revelarlos.
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