lunes, 23 de febrero de 2015

Carlos Cros, "Nadie se resiste al amor"


Salí de casa buscando inspiración divina/ Para escribir una canción/ Y me di cuenta que todo el mundo busca y necesita/ exactamente lo mismo que yo

Ultimo lunes de febrero, ese mes que siempre pasa como un suspiro, aún cuando la realidad intente eternizarlo. Mis tiempos de freelance me dejaron como recuerdo que, así como enero siempre parece tener una semana más que lo que anuncia el calendario, este segundo mes nunca alcanza a detener el comienzo a toda orquesta del año, con la irrupción de la caballería de la realidad del mes siguiente. Pero antes de que lleguen las liebres de marzo, disfrutemos de este solazo de mediodía de un verano que aún es capaz de explotarnos en el rostro escuchando una de las bienvenidas sorpresas del último no-programa. En el ir y venir de las listas con lo mejor del año pasado, desde España descubrí a un tal Carlos Cros, que editó un disco bautizado con el nombre de este temazo, que acá suena en una versión semi acústica, se recomienda chequear también la del disco. Renuncié a la poesía barata/ que siempre dulcifica el rock’n’roll/ y me fijé en los escotes de las chicas de mi barrio/ que fumaban marihuana bajo el sol, reza Cros en su nuevo clásico del rock macarra español, de jopo y campera de cuero, que no desentonaría en el repertorio de Tequila o Los Rodríguez. O los Burning, sin ir más lejos. Hasta que salí en su búsqueda, sabía poco y nada de Cros, pero por suerte Kiko Amat sabe presentarlo. “Me gusta tenerle de inquilino en este planeta, saber que anda por Barcelona de noche, por el Chino y Gràcia y cualquier lugar donde puedan reunirse tropas de guapísimas chicas argentinas, él arrastrando su tímida bohemia y encantadora caradura y pequeño fatalismo tronchante y sus perpetuas historias de huidizas chavalas porteñas”. Antes de Nadie se resiste al amor, Cros tenía sólo un disco como solista. Pero había sacado dos con un grupo llamado Selenitas, y antes cortó sus dientes en el revival mod –Amat dixit—de Los Sunglasses. “Nadie se resiste al amor es el disco que debería hacer famoso a Cros, y conseguirle al fin el favor de todas esas chicas bonaerenses que aún meditan qué hacer con él y su asombrosa mata de pelo”, insiste el novelista y redactor estrella de Rockdelux. Y casi se escandaliza: “Parece una broma, pero a menudo me pregunto por qué Cros no está todo el día sonando en la radiofórmula”. Por lo pronto, suena por acá, cerrando el Lado B de un no-programa que ya está en retirada. Y también bajo el sol de un lunes sin prejuicios, soleado como si febrero –y el verano—durasen para siempre.

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