viernes, 18 de diciembre de 2015

Música Cretina 2015 #13

ESTO NO ES UN PROGRAMA                                                     

6-12-2015

Lado A

"Comida de olla y calor de cuarzo/ la felicidad es así"

1.- Lauryn Hill, Feeling good (Nina Simone)
2.- Os Paralamas do Sucesso, Hablando a tu corazón (Charly García)
3.- Chip Taylor, Better put my glasses on
4.- Richard Marks, Love is gone
5.- Alberto Wolf y Los Terapeutas, Es irremediable
6.- Johnny Cash, She used to love me a lot
7.- Flopa, Vino bajo el sol

Lado B

"Cuantas veces fantaseé/ con tenerte en mi vida"

8.- Baxter Dury, Petals
9.- Indiana, Vacaciones
10.- Daughter, Still
11.- The Triffids, Bad news always remind me of you
12.- Dayme Arocena, Sin empezar
13.- Emilie Nicolas, Grown up
14.- Euros Child, Love is a memory
15.- Luis Alberto Spinetta, Iris

jueves, 17 de diciembre de 2015

Os Paralamas do Sucesso, "Hablando a tu corazón" (Charly García)


No importan el lenguaje/ ni las palabras

Jueves de tormenta, no podía ser menos. Los anuncios de ayer se merecían este cielo encapotado, este veranito en pausa. Por la tarde están anunciados los paraguas del pueblo queriendo saber qué es lo que pasa. Pero no habrá nadie para dar una respuesta. Así será, de ahora en mas. Como ese cuento de Kafka: Ante la ley, creo que se llama. En el que un hombre espera ante un muro, esperando que se abra la puerta. Una puerta que era solo para el, y que nunca se iba a abrir. Aunque, claro, usar la palabra "ley" ante sistemático vaciamiento del lenguaje y el sentido que viene realizando el macrismo desde hace tiempo, con cada vez mas éxito, es una torpeza. En una sociedad eternamente atravesada por la hipocrecía, por lo no dicho, por el doble discurso, no sorprende estemos de vuelta con los que no dicen nada en el poder. Es el new speak, ahora lo ves ahora no lo ves, lo que digo no es lo que hago, lo que se dice no importa, nada importa, callate y segui celebrando, ¿no es cierto, Mau? (Je, "Mau", Susana dixit, mitad miau, mitad guau). Aunque no deja de ser un insólito experimento social el hecho de que se haya elegido a un presidente cuyos votantes sabían que no iba a hacer lo que prometió, sino justamente todo lo contrario. No hace falta que digas nada, simplemente hacelo. Hubo un ministro de economía que una vez dijo una frase que ha quedado grabada a fuego en la historia: "Les hablé con el corazón, y me respondieron con el bolsillo". Solo un político como el radical Juan Carlos Pugliese se podía permitir aceptar tener corazón siendo responsable de la economía del país. Los que nunca tuvieron corazón, los que sólo tienen bolsillo, están hoy en el poder. ¿No los reconocen? Son los creadores de espectáculos exitosos como "El lomo es para los enfermos", y seguirán los títulos, no tengan dudas. No importan el lenguaje, ni las palabras, ¿no es cierto Charly? Pero es verdad, nunca se va a poder ser feliz con tanta gente hablando hablando a tu corazón. Así que perdón por tanto lenguaje, tantas palabras, y dejemos que suene la música de una vez. No hay grupo extranjero que cante mejor el rock nacional que los Paralamas. Para una reciente caja celebratoria que incluye los discos de toda su carrera, un ladrillo hermoso, agregaron dos discos más, uno compilando versiones en vivo, colaboraciones e inéditos de todo tipo. Y otro con sus temas en castellano. Que abre, como no podía ser menos, con versiones de Sumo (Que me pisen) y este tema de Charly, habitués de sus shows en vivo, pero que nunca antes habían grabado. Así que a relajarse, a servirse un cafecito, a encender uno, a apagar todo lo demas, y a disfrutar de un relax musical  que en su versión original no era para nada relajado. El corazon habla, que se calle el bolsillo. Y que suene en este jueves de lluvia, y si quieren también búsquenlo casi al comienzo de un Música Cretina cada vez mas necesario, qué duda cabe.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Flopa, Vino bajo el sol


Jugar/ desordenándolo todo

Creo que escuché esta canción por primera vez en uno de los ensayos para la presentacion oficial del disco debut de Flopa Manza Minimal, y también recuerdo que el arreglo tenía onda Costello y los Attractions. Pero esto último no podría asegurarlo. Para ese show en la sala AB del Centro Cultural San Martín, el gran refugio del rock under porteño antes de que muchas cosas cerraran para siempre en la ciudad, el trío casualidad devino en bandaza con el agregado de Lulo en bateria y Juan Ravioli en teclados, y se permitieron lujitos como convertir Abrazo impacto en new wave y sumar Magic Bus al final de No más. El repertorio en vivo del trío incluía también dos covers, Hoy todo el hielo en la ciudad, oportunísima apertura de sus primeros shows, y Hombre de mala sangre, ideal para la voz de Ariel Minimal. Así que en esa época yo fantaseaba que podrían celebrar la presentación del disco con un simple que incluyese el tema nuevo y las dos versiones. Lo podríamos armar ahora, los temas ya fueron grabados, el de Lebon en el debut como solista de Minimal, y el de Almendra como simple online de Valle de Muñecas. Y con otro arreglo, mas melancólico, Vino bajo el sol terminó en el primer solista de Flopa, que increíblemente apenas si grabó sólo un disco más por su cuenta, en el 2007, y desde entonces estamos esperando. Minimal contaba entonces que Flopa Manza Minimal nació para que Flopa grabase de una vez sus temas, y tal vez el regreso del trío consiga algo similar. Aunque, ahora que lo pienso, ya hicieron un duo para eso, y ni asi. Al menos, quedaron los temas del dúo. Y también, al menos tenemos este Vino bajo el sol para hablar de otras cosas. Otras, sí. Por favor. Aunque, como suele suceder, las canciones siempre lo sepan todo antes que uno. Sudar el mismo mar en diferentes aguas/ un trago largo para degustar mientras se va/ desarmando en hilos la razón. Degustemos nomás. Dejémoslo sonar entonces, en este día de miércoles. Y también a buscarlo cerrando el Lado A de un Música Cretina que ni siquiera ha empezado a sonar. Al menos todavía tenemos esa suerte.

martes, 15 de diciembre de 2015

Spinetta, "Iris"


Tal vez en la distancia atroz/ ya no pueda regresar/ Te pido, Iris, ten piedad de mí

"Somos la peor banda de la cuadra, del barrio", bromeaba Luis Alberto Spinetta al hablar de Los Amigo, el trío informal que completaban Rodolfo García y Daniel Ferrón. "Pero tenemos un hit", agregaba, y no cabe duda de cuál es el hit de un repertorio que asoma en el que terminó siendo su ultimo disco, de apenas seis temas, bautizado con el nombre que terminó adoptando un grupo que en un principio no era ni eso, apenas las ganas de tocar en pos de nada, y terminó entusiasmanto tanto a Spinetta que soñó con llegar a tocar en vivo, algo que nunca sucedió. Pero por suerte alcanzo a registrar parte del repertorio amasado a partir de ensayo tras ensayo, con Iris como abanderado. Dedicado a su hermana Ana, este último hit de Spinetta completa un amplísimo arco con sus comienzos, donde Ana era la que no dormía en uno de los temas mas destacados del primer disco de Almendra. De hit a hit, de la celebración del insomnio al pedido de piedad, Spinetta de la mano de Ana aparece primero y después se va, y también regresa y se despide a la vez, hay que joderse. Como dicen por ahí: "Y Mirtha sigue viva". Suena por todos lados, lo sé, pero tambien suena cerrando un Música Cretina que recién empieza a sonar, insomne. Pasen y escuchen. Vamos que venimos.

sábado, 12 de diciembre de 2015

The Triffids, "Bad news always remind me of you"


La última vez que vi luces/ fue la última vez que te vi a vos

Así es, esto es el infierno. Como si el clima hubiese esperado que todo decantase para finalmente manifestarse. El verano como ese lugar donde todo se pudre, donde todo se deshace. Donde todo adquiere su verdadero rostro. Nada de esto, claro, tiene que ver con esta hermosa canción de The Triffids, uno de esos grupos de cuando en las antípodas había un nuevo mundo de rock por descubrir. En realidad ese tarro lleno de dulce estaba en Nueva Zelanda, pero se sumaban tambien algunos de sus vecinos, como el grupo de David McComb, que conocí por casualidad, gracias a uno de esos disquitos de dos o tres canciones que costaban como un disco entero, dedicados a las Peel Sessions de tal o cual artista, ¿recuerdan? Así fue como una versión acústica del tema Life of crime se convirtio en un clásico Cretino, y ahora le llega el turno a este irresistible bonus track del disco Calenture (1987), incluido en su reciente reedición. Hay un camino difícil y oscuro/ en los suburbios del amor/ me trae de vuelta/ y me asusta también/ las malas noticias siempre me recuerdan a vos, canta McComb en un tema de aliento épico que no puedo evitar descubrirme tarareando desde hace unos días. Juro que no se por qué, y estoy seguro que no existe una unica razón, salvo el hecho de que finalmente logré encontrarle su lugar en el último no-programa. Ahí está, brillando en la mitad del Lado B. ¿No lo escucharon todavía? ¿Qué están esperando? Sí, hay un nuevo Música Cretina. No todo lo nuevo tiene que convocar al espanto...

viernes, 27 de noviembre de 2015

Giros 30 Años, por Martín Pérez


"Prepárense chicos, porque van a entrar a un sauna". Así es como recibió Fito Páez dos días atrás a los invitados a presenciar el ensayo final antes del show de Giros 30 Años, cuya andanada de Gran Rex comienzan esta noche. Además de la banda actual de Páez, en esa sala infernal estuvo Fabiana Cantilo, que es la voz invitada en varios de los temas de un show que dura mucho más que la media hora del disco celebrado. Y también Paul Dourge, Fabián Gallardo y Tweety González, que grabaron y tocaron originalmente Giros, invitados de lujo para acompañar al grupo en el tema que bautiza y abre el disco y el show. Los tres se quedaron, después de ese primer tema, a ver todo el show, y la vida les debe haber pasado ante los ojos, como a todos, porque son dos horas, 25 temas, que resumen la segunda mitad de los 80, y recorre casi cronológicamente la carrera de Páez antes de El amor después del amor. El amor, a secas, digamos. El Páez original, ese que nos acompañó durante el aprendizaje democrático para los que nos asomamos al mundo después de la dictadura. Un viaje en el tiempo que, sin embargo, resuena increiblemente en el presente. Todo se resignifica. Desde ese "cambiar por cambiar nomás" --una frase que hoy obliga a Páez a encogerse de hombros cuando la canta, como diciendo, no tengo nada que ver, eh-- hasta el candente recuerdo de que "aunque lo juran y prometan no estarán de tu lado", frase clave de un tema que aparece como banda de sonido ideal para estos días de repaso de gabinetes presidenciales. Pero lo que en realidad recuerda semejante repaso es que ya estuvimos ahi y esto es lo que aprendimos a vivir, una realidad que era como esta, y entonces y ahora estos temas sirven de balsamo y al mismo tiempo se cantan como resistencia."La gente busca una razon yo estoy buscando un rocanrol que me sacuda una cabeza", es una frase que me descubro esperando apenas reconozco el tema y cantando con ganas hacia la mitad de la lista. A ver si queda claro: cualquier fan de ese primer Paez no se tiene que perder este show. Hoy y mañana creo que están agotadas las entradas, pero hay más shows el finde que viene, y creo que también se agregarán otros. Vayan a cantar, a descubrir que se saben todas las letras, a recordar como era y a repasar como es. Los espero a la salida. Si lo hicimos una vez, podemos volverlo a hacer. "Me dirijo hacia ese punto donde hay algo y a la vez no existe nada, Me pregunto que otra cosa puedo hacer". (foto: Guido Adler)

jueves, 12 de noviembre de 2015

Gastón "Dino" Ciarlo, "Días y días"


Eres mi guerra/ guerra total

Conocí a Dino gracias a Jorge Nasser. Mas específicamente, gracias al disco De memoria, que Níquel grabó en su mejor momento, entrando en los 90, haciendo un puente hacia el rock uruguayo de antes de la dictadura. Antes de ese inolvidable Ya caminé/ hasta donde pude con que abría el álbum --el primer verso de Quizás hacia el norte-- Dino aún no había entrado en mi cartografía personal de la música uruguaya, basada en lo que me habían ido recomendando mis amigos durante mis primeras visitas montevideanas. Un recorrido confirmado por las menciones de Jaime Roos en el, para mi al menos, iniciático libro de Milita Alfaro (hace poco lo repasé: ni una sola vez lo nombran a Dino). De memoria supuestamente se paseaba por temas de varios autores y bandas, pero de los diez nada menos que cuatro eran de Dino, y se robaban el disco. Después, gracias a las reediciones de Postdata --y la generosidad de Gabriel Peveroni, que como no nos podía pagar al menos no amarrocaba con los discos--, llegó a mis manos Vientos del sur, y me convertí. Honré mi nueva fe haciendo una telefónica con Ciarlo para cuando sacó esa maravilla de disco que es Autobiografía, para el que regrabó su mejor repertorio y en el que suena como un Roy Orbison rioplatense. Y hasta ahí había llegado, hasta que hace un par de años se me ocurrió ir a verlo una noche que tocaba en Guambia. Fuimos con Garo, y pensé que iba a ver una leyenda, así que con un par de atisbos de gloria que recordasen viejos tiempos me alcanzaba. Pero lo que vi fue a un tipo que la rompió en vivo, acompañado por una banda bien rockera, haciendo un show plagado de clásicos inoxidables que me dejaron la piel de gallina. No habia mucha gente en Guambia aquella noche, y el hombre se volvía rápido a su Dolores, así que era casi imposible aprovechar su viaje para intentar alguna nota. Fue entonces que empecé a pensar que había que irse a Dolores para poder entrevistarlo, y descubrir cómo era posible que semejante clásico estuviese tan olvidado, cuando aún era capaz de shows como el que acababa de ver. Creo que por entonces había sacado el que hasta hoy aún es su último disco, Vivo y suelto, un trabajo magnífico e ignorado en su momento por la crítica uruguaya, ya que todos pensaron erróneamente por su título --la respuesta típica de un doloreño (¿se dirá así?) al rutinario "¿cómo andás?"-- que era un disco en vivo. Para cuando se dieron cuenta que era un discazo, los Graffiti ya habían pasado de largo. Intentaron remediarlo invitándolo a tocar en vivo, y Dino declinó la invitación cuando se dio cuenta que no le iban a pagar por hacerlo. Terminaron dándole un Graffiti a la trayectoria, que para Dino es apenas un premio "no por la obra sino por el kilometraje". De estos malentendidos y terquedades está hecha la carrera de Dino, un tipo al que finalmente pude ir a entrevistar a Dolores, en una nota que terminó en la tapa de Radar hace apenas algunas semanas. Pero esa carrera también está hecha de canciones como ésta, que suena en el último Música Cretina, que aún sigue por ahí, cretinando. Como Dino, y a mucha honra.

martes, 10 de noviembre de 2015

Allen Toussaint, "Soul sister"


Cuando caminás como caminás/ sabés que me hacés saber

Uno de los hits de mi verano fue este temazo del gran Allen Toussaint, que data de 1972, cuando debutó con su música de Nueva Orleans nada menos que en Reprise, el sello de cantautores como Joni Mitchell o Randy Newman. El disco se llamaba Life, love and faith, o sea Vida, amor y fe. Todo lo que necesitamos para llegar al 22. Todo lo que seguramente le sobró al buen Allen, hasta ayer nomás, al menos. Las noticias cuentan que dió un concierto en el Teatro Lara de la capital española, pero tuvo un paro cardíaco camino al hotel. Nadie se imaginó que aquel concierto iba a ser el último. Ah, Morir en Madrid, como la película de Rossif. Adiós Mr Toussaint, desde Musica Cretina te saludamos. Seguís sonando entre nosotros, ahí, casi al final del último no-programa, acompañado antes por Dino y después por Paéz con Moska. No somos dignos.

martes, 3 de noviembre de 2015

Música Cretina 2015 #12

ESTO NO ES UN PROGRAMA

10-10-2015

Lado A

"Soy una nube que la lleva el viento/ y voy flotando sobre el mar"

1.- Robert Pollard, Faulty superheroes
2.- Elia y Elizabeth, Soy una nube
3.- Ron Sexsmith, Lucky penny
4.- Faces, Jealous guy (Lennon)
5.- Dado Villa-Lobos, Quando a casa cai
6.- Los Lobos, Made to break your heart
7.- Sr. Flavio, Cruz del sur

Lado B

"Si estoy siempre en un planeta paralelo/ es que de chico me di un golpe en la cabeza"

8.- Julian Cope, These things I know
9.- Sergio Makaroff, El golpe
10.- Link Wray, All because of a woman
11.- Jeanne Added, Little red Corvette (Prince)
12.- Dino, Días y días
13.- Allen Toussaint, Soul sister
14.- Fito Páez y Moska, Imposible escribir sobre nada

lunes, 2 de noviembre de 2015

Ron Sexsmith, "Lucky penny"


Ella es mi moneda de la suerte/ cuando no tengo ni un mango

Hace ya tiempo que no hago más que tararear esta canción. Su autor es el buen Ron Sexsmith, un jovencito con cara triste y regordeta que apareció en nuestras vidas a fines de los años 90. Eran tiempos de grunge y camisas de franela a cuadros, no para canciones redondísimas y encantadoras, que tal vez hubiesen merecido un slogan al tono: depresión sin distorsión. Cada vez que escucho al buen Ron, pienso que se lo podría confundir muy fácil con Paul McCartney, y que el destino de cantautor de culto de Sexsmith bien podría haber sido el destino de carita floja Paul si no hubiese sido un Beatle. Hay un mundo paralelo en que Sir Paul va por ahi sin ser Sir, cantando Yesterday, una canción hermosa que solo unos pocos conocen y celebran, mientras piensan: en un mundo mas justo, esta canción sería un hit. "¿Linda o Yoko?", le preguntan a un tristísimo Stellan Skarsgard en la serie británica River. El hombretón sueco se ríe a su pesar, y contesta "Linda". La pregunta la hace el fantasma de su amiga muerta, que se burla de su respuesta: "¡Lo decís porque es rubia!"  Skarsgard lo niega, pero sabemos que si, que es por eso, nomás. Pero volviendo a Ron, este temazo es de su último disco, Carousel One, y asoma ahí por el lado A del último Música Cretina, que tenemos un poco olvidado pero merece este lunes y también todos los días de la semana. Solo por estar ahí. Siempre.

lunes, 26 de octubre de 2015

Julian Cope, "These things I know"


Contador de historias/ contame la historia de tu vida/ porque estoy seguro que es una buena

Así empieza el Lado B del ultimo no-programa, y también podemos hacer que así empece nuestra semana, borrón y cuenta nueva, con el buen Saint Julian cantando una que sepamos todos, o al menos llamándonos al fogon para compartirnos sus verdades: Estas son las cosas que se: tus versos pueden mentir, si el estribillo es bonito. Este enorme This Things I Know es un tema perdido en Black Sheep, un disco de Cope del 2008, que acaban de rescatar para abrir Trip Advizer, una flamante compilación que reúne lo mejor del ex Teardrop Explode durante el nuevo siglo, una epoca en que --segun dicen el algunas reseñas-- el buen hombre se cayó del mapa. Acá en Música Cretina nunca le perdimos el paso al demente amante de las rocas, y este tema creo que incluso ya lo habíamos pasado en su momento, pero cualquier excusa es buena para volver a escucharlo. Las palabras pueden ser engañosas, algunos dicen paz y quieren decir sumisión, es otra de las cosas que Cope dice que sabe. Y además avisa: La ciudad huele, pero también el campo. Y así es cómo, con toda clase de olores inundando nuestras narices, con cada frase que se lee por ahí, se dice o se infiere rebotando inevitablemente con los sucesos del fin de semana, arranca este lunes, contando historias. O, mejor dicho, convocando a quienes las cuentan. Y atención, que ésta es apenas el comienzo del Lado B de un no-programa que aún tiene muchos secretos para compartir.

martes, 13 de octubre de 2015

Robert Pollard, "Faulty superheroes"


Superheroes fallados/ con disfraces coloridos/ en talles demasiado pequeños
...
Buenos días, cretinos míos. ¿Nos extrañaban? Perdón por haberlos abandonado por un rato, pero cuando el hobbie se vuelve obligacion, es mejor tomar un poco de aire antes de volver. Y volvimos. Asi arranca el nuevo Música Cretina, recién salido del horno, ideal para asomar la cabeza despues del doble domingo, arrancar una semana corta, por suerte soleada. O eso parece. Y sino siempre están los rayos de la guitarra caliente del amigo Pollard, desde el tema que bautiza su nuevo disco, su primer trabajo solista desde la separacion --¡otra vez!-- de sus reformados Guided By Voices. Igual, con Pollard nunca se sabe, decimos 'ultimo' pero el tipo saca discos sin parar, de hecho este año ya saco al menos dos mas, uno con cada uno de sus grupos paralelos. Pero como la faceta solista ahora es la principal, el sonido característico de los GBV impregna a estos Superhéroes fallados, retrato cretino ideal para abrir un nuevo no-programa, que esconde muchos secretos para descubrir, claro que sí. Pasen y escuchen. Acá estamos.  

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Algunos recuerdos antes de volver a jugar con Olimpia, por Martín Pérez


Cuando Independiente salió Campeón de América en el 84, fui una sola vez a la cancha. Fuimos en una noche fría y lluviosa con mi viejo a la Cordero a ver como el Rojo le ganaba a la Católica en la segunda fase de aquella Libertadores que terminó definiendo, primero en esa fase ante Nacional, y después en la final con Gremio. No recuerdo casi nada de aquel partido en el que estuve presente, salvo que Alfonsín entró a dar el puntapié inicial y cuando se retiró junto a toda la comitiva que lo acompañaba dejó un barrial. No se jugó buen fútbol aquella noche: la pelota se quedaba en los charcos, los jugadores se resbalaban. Nadie parecía poder hacer pie en el barro, salvo el Bocha. El tipo jugaba como siempre, gambeteando para adelante, buscando a sus compañeros. Y no recuerdo que nunca se haya caído o perdido la pelota. No sólo sabía dónde estaban sus compañeros sin tener que mirarlos, sino que parecía saber la ubicación de cada uno de charcos, usándolos a su favor. Pero además de esa confirmación de que Bochini no era de este mundo, no me acuerdo ni de los goles. A veces, ir a la cancha no es sinónimo de memorable. Dos son los hitos de aquella Libertadores, uno de ellos la final, por supuesto, con aquel baile al Gremio en su propia casa. Pero fue un partido que no vimos, ya que no se trasmitió por televisión, y del baile sólo tuvimos como testimonio las crónicas periodísticas admiradas de los que estuvieron en Porto Alegre, tanto brasileños como argentinos. El resultado fue de apenas 1 a 0, y la vuelta en Avellaneda, esa sí transmitida en directo, apenas si se saldó con un 0 a 0. Nada para recordar, salvo la vuelta olímpica. Tal vez el partido que más se disfrutó fue el contundente 4 a 1 a Estudiantes en la primera fase, por la pica que había con el equipo que ya no dirigía Bilardo. Y porque en el primer tiempo nos fuimos a los vestuarios uno gol abajo, y en la segunda parte se lo dimos vuelta, con golazo de emboquillada del Bocha incluido. Según recuerdo, vi aquel partido por la tele, pero no recuerdo donde. La televisión es la televisión, así que no importa bien donde uno esté: la imagen es lo que importa. Pero en realidad el partido fundamental de aquella Copa, sin el cual nada hubiese sido posible, fue el que se jugó ante Olimpia en Avellaneda. Había que ganar, si o si, y sobre el final estábamos empatando. Aquel partido lo escuché por la radio, así que recuerdo bien dónde estaba aquella noche. Me había encerrado en el cuarto de mi amigo Carlos, en su casa cerca del Botánico, sufriendo en solitario con la eliminación inminente. Así fue que escuché de la pelota que pescó Barberón cerca el área de Independiente después de un corner en contra, corrió hasta dejarla en los pies de Bochini cerca del círculo central cuando apenas faltaba un minuto para el final del partido, y siguió corriendo sabiendo que el pase iba a llegar. Alguna vez escuché a alguien decir que Bochini aquella noche había inventado la pausa en movimiento. Porque eso fue lo que sucedió, y se puede ver en el video de aquel gol, casi una demostración práctica de la Teoría de la Relatividad. Porque el tiempo no corre igual para Barberón que para Bochini, aunque se terminarán encontrando en el pase, que llega como una cuchillada por detrás de una defensa que retrocedía a las apuradas, y entonces el centro de la muerte y el ignoto Bufarini que se hace inolvidable. Sin su derechazo en el medio del área no hubiese habido segunda fase, baile en Porto Alegre ni gol de Percudani en Tokio, sin ese gol se borraba la historia, sin ese recuerdo encerrado en un cuarto ajeno, en casa ajena, no estaría hoy evocando aquella noche antes de otra velada de Copa ante Olimpia, pero con este Independiente de Pellegrino –tan diferente de aquel del Pato Pastoriza como la época que representan—jugándose por segunda vez su destino en el año. La primera vez, ante Lanús por la Copa Argentina, no estuvo a la altura del compromiso. Habrá que ver si esta noche le da el cuero. Por lo pronto, este recuerdo enmarca al menos lo que se viene, con dos pequeñas notas al pie. Una, que aquella casa en la que grité un gol más solo que nunca fue la misma en la que –entre tantas otras cosas-- escuché por primera vez en la radio el simple con Piano Bar, y también por primera vez completo El Jardín de los Presentes en cassette, emocionándome cuando escuché aquella voz inesperada, al final de Las Golondrinas de Plaza de Mayo, dándome la bienvenida. Esa casa fue mi refugio por aquellos años, al igual que el futbol y el rock, y por eso les dedico este recuerdo. Y la segunda nota al pie es que ese imposible contraataque redentor que inventaron entre Barberón y Bochini sólo fue posible porque aquel Olimpia, pese a estar consiguiendo el resultado que había venido a buscar, se fue al ataque al final del partido, buscando rematarlo con un corner. Si no se hubiesen sentido tan seguros, si no hubiesen interpretado el futbol de esa manera, si se hubiesen colgado del travesaño, a Independiente el partido se le hubiese ido irremediablemente. A no olvidarlo, entonces: Las gestas heroicas no sólo necesitan de nuestros actos heroicos, sino de adversarios dignos y que también estén a la altura.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Música Cretina 2015 #11

ESTO NO ES UN PROGRAMA

23-8-2015

Lado A

“Tu tristeza es tan exacta/ y hoy el día es tan bonito”

1.- J. D. Souther, Show me what you mean
2.- Caetano Veloso, Nao identificado
3.- Leon Bridges, Pull away
4.- Rickie Lee Jones, Blinded by the hunt
5.- Las Edades, Ana conurbana
6.- Richard Thompson, Long John Silver
7.- Legiao Urbana, Ha tempos

Lado B

“Podría vivir sin esperar un milagro/ y ser feliz lejos del rebaño”

8.- Willie Nelson & Merle Haggard, It’s all going to pot
9.- Los Toreros Muertos, Podría vivir sin dios
10.- Pete Townsend, Sheraton Gibson
11.- Os Paralamas do Sucesso, Um pequeno imprevisto
12.- Fraser A. Gorman, My old man
13.- Trío Juárez, Remolinos
14.- Robin Williamson, These hands
15.- Bill Wyman, It’s a lovely day
16.- Fantasmagoria, Las cosas de verdad

martes, 1 de septiembre de 2015

Os Paralamas Do Sucesso, "Um pequeno imprevisto"


En el cielo había nueve lunas/ y nunca más encontré mi casa

Un par de semanas atrás, en Río de Janeiro, cuando Herbert Vianna me recordó esta canción del disco Nueve lunas, traté de que no se notase que se me ponía la piel de gallina. Me habían invitado a pasar por la casa del amigo Joao Barone, donde ensaya el grupo regularmente, y no se por qué razón el cantante empezó a traducírmela. Tal vez porque el grupo la recuperó para unos shows acústicos que andan montando, ya que de eso veníamos hablando. Pero, además del hecho de que siempre fue uno de mis temas preferidos de esa época del grupo, mientras iba recordando la letra adelantándome al fraseo de Herbert, de pronto me di cuenta que era imposible no cantarla sin pensar en su accidente y sus trágicas consecuencias.
A diferencia de lo que pasa con todas las canciones de Soda o Cerati, que parecen dialogar interminablemente con su caprichoso destino, con Paralamas no sucede lo mismo. O, al menos, no sucede todo el tiempo. Es verdad que las canciones de Largo Camino, el disco que editaron después del accidente parecen hechas después, aunque fueron compuestas antes. Como suelen decir los que se dedican a eso, las canciones lo suelen saber todo antes. Pero tampoco es cuestión de que nos refrieguen por la cara una y otra vez esa dudosa sabiduría.
No parecía ser el caso de Um pequeno imprevisto, que en realidad siempre me había remitido más a La trama celeste de Bioy Casares, pero tener a Herbert recitando eso de “Quise querer lo que el viento no se lleva/ para que el viento solo se llevase lo que no quiero” y no pude evitar emocionarme. Es imposible no hacerlo, en realidad, al lado de ese sobreviviente que es Herbert, eternauta emotivo, que siempre pregunta por Fito, por Charly, por Los Pericos, por sus amigos argentinos. Y que explica, una y otra vez, que preparando unas versiones de sus temas en castellano, tuvo que ponerse un coach dedicado a sacarle los modismos argentinos, que todo el tiempo se cuelan en su habla, y que él celebra con una sonrisa.
Nueve lunas es el disco con el que los Paralamas, en su momento, respondieron a la indiferencia que sufrió su disco más ambicioso, Severino. Bautizado Dos margaritas para su edición argentina, condimentada con más versiones de sus temas en castellano, la edición brasileña era implacable: no llevaba sus fotos en tapa, y reunía a Tom Ze con Linton Kwasi Johnston. Su nombre venía de una canción que el grupo había recuperado del debut como solista de Herbert, pero ese atrevimiento y experimentación –a diferencia de lo que había sucedido en su momento con Selvagem?-- apenas si despertó interés, así que para el siguiente disco el grupo respondió regresando al pop y la canción.
Nueve lunas coincidió con el comienzo para Paralamas de reservarse el lugar de clásicos dentro de Brasil, pero fue el turno del mercado argentino para mostrarse indiferente. La marea de la popularidad cambió para el grupo, y al tiempo que se terminaron de reinsertar en el mercado brasileño, el argentino comenzó a cerrarles las puertas. Un pecado injusto para cobrárselo al hermoso repertorio del disco, pero al que también podría hacer referencia Um pequeno imprevisto, que habla de prever el futuro y concertar el pasado. Después de todo, para ellos, acá en Argentina, es como si de pronto hubiesen cambiado los nombres de las calles y la gente tuviese otra cara. Pero, eso sí, por fin pudieron volver a su verdadera casa. Y su música, eso sí, nunca dejó de significar hogar para un humilde servidor. Que celebra tenerlos en un lugar destacado de este aún flamante no-programa, bien brasileño, de regreso al sol del invierno. En retirado, pero invierno al fin. Y a mucha honra.

viernes, 28 de agosto de 2015

Legiao Urbana, "Há tempos"


Parece cocaína/ pero es sólo tristeza

“¿Vamos a empezar el disco con ese verso? Buenísimo”. Según el pequeño y fascinante libro de Mariano Marovatto dedicado al consagratorio As quatro estaçoes, de Legiao Urbana, eso es lo que dijo un entusiasta Dado Villa Lobos, guitarrista del grupo, cuando armaron por primera vez el orden de las canciones del disco, y se dio cuenta que Ha tempos era la que abría. Junto con Pais e filhos y Meninos e meninas, son tres temas que no pueden faltar desde entonces en cualquier recorrido por el repertorio del grupo, que con aquel cuarto opus terminó de destacarse entre los protagonistas del rock de los 80 brasilero. Según señala Marovatto, As quatro estaçoes es fruto de una suerte de reinvención del grupo de Renato Russo, es el disco con el que Legiao rompió con su pasado de Brasilia. Ya habían entrado en crisis con la ciudad donde se formaron luego de un concierto desastroso allí, con el que terminó la gira de Que país es este, el disco anterior, en el que habían regresado a los restos del repertorio previo a la formación de la banda, rascando el fondo del barril de Renato. Y qué fondo: ahí estaba esperando nada menos que una obra maestra como Faroeste cabloclo. Pero si en la discografía de Legiao hay que ir salteando discos cronológicamente para encontrar un dialogo entre ellos, As quatro sería la continuación de Dois, el álbum previo a Que país. Compuesto yendo todos los días de tres de la tarde a ocho de la noche a los estudios de EMI en el barrio de Botafogo, en Río de Janeiro, los temas fueron tomando forma sin letras, y cuando Renato trajo las primeras y calzaron perfectamente en la música, supieron que el trabajo había rendido sus frutos. Una de las primeras fue, justamente, este Ha tempos, himno instantáneo, que en esta versión del Acústico MTV se aleja de las referencias rockers de la época de la grabación original, y adquiere aún más carácter de canción sin tiempo, y además se disfruta mejor que nunca la profunda voz de su cantante y líder. Tu tristeza es tan exacta/ y hoy el día es tan bonito, entona el buen Renato, un artista al que el rock local aún debe un  reconocimiento. De hecho, una de las razones por las que me saco el sombrero ante Pedro Aznar es que es el único que supo escucharlo desde acá. Cuando murió Renato y tuve que dar la noticia en Página, el único al que se me ocurrió pedirle una columna fue a Pedro, que se sumó gustoso a la despedida. En este Música Cretina de regreso de las vacaciones, no podía faltar este Ha tempos, que me encontré tarareando una y otra vez durante una semana en Río. Ahí está, cerrando el Lado A de un no-programa que no podía ser otra cosa que muy brasilero. Salve Renato, por casa también el agua está muy limpia, claro que sí.