sábado, 18 de enero de 2014

Mark Mulcahy, "Poison candy heart"


¿Quién va a limpiar todo esto?/ Probablemente yo, como siempre

No es lo mismo un sábado ideal para un asado que un sábado ideal para ser asado, pero no hace falta aclararlo. Todos nos sentimos hoy un cacho de vacío. Sólo se puede sobrevivir en estas condiciones viajando a un mundo paralelo, que se llama aire acondicionado. ¿Quién dijo que el aire es gratis? Nunca se le ocurriría pensar algo así al señor Mark J. Mulcahy, que claramente sabe que todo cuesta. El año pasado fue el del regreso de Mulcahy, luego de haber abandonado el rock tras la súbita muerte de su mujer, para cuidar a sus dos hijas. Hubo entonces un disco tributo, al que aportaron nenes como Thom Yorke, Frank Black y Michael Stipe, entre otros. Pero el mejor tributo es el regreso de Mulcahy con un álbum que se te va metiendo lentamente en la cabeza. De hecho, hace un par de días que no puedo dejar de tararear este temazo, típico tema de amor-odio, dedicado a una chica grave pero maravillosa, imprudente como una motosierra. Tal vez la versión del disco, que es la incluida casi al final de Lado A del no-programa, es ideal para entrarle por primera vez al tema, pero esta guitarreada que encontré en YouTube me puede. Seguro que es por ese silbido, pero tal vez haya llegado el momento de confesar que una canción con un buen silbido para mi es algo irresistible. Más de una vez he querido armar todo un no-programa con temas con silbidos. Lo se, lo se. Hay que cumplir los deseos. De ser posible, antes de ser el asado un sábado de enero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario