Ser una roca/ y no rodar
Cuanto mejor suena en inglés, ¿no es cierto? To be a rock and not to roll. Hace
tiempo que no escuchaba Escalera al cielo, y justo tiene que ser en el Coto. Hoy
es martes, día de descuento para Credicoop. Ahí estaba yo, entre abuelas y
abuelos, en ese Coto algo miserable de Perón entre Ayacucho y Junín, cuando
empezó a sonar la acústica de Page, y realmente me sentí en otro mundo.
Mientras buscaba un queso untable diet o comparaba los precios de latas de atún,
pensaba en aquellos días en los que nos juntábamos a escuchar este tema con
amigos, en los que la única forma de poder escuchar este tema era en la casa
del que hubiese heredado Zeppelin IV de algún hermano mayor o algún primo. Jamás
se me hubiese ocurrido que lo podría llegar a escuchar en un supermercado, por
ejemplo. Era música contra los supermercados, después de todo. Música para
elevarse, para ver más allá. Y ahí estaba yo, decidiendo no llevar Cerealitas
porque salían casi el doble que las Granix de salvado. Pero no sentí ningún
remordimiento por semejante banalidad, eh. Es más, se compraba mejor esperando el
momento en que en el bosque se escuche el eco de la risa y finalmente entren la batería y el bajo. Don’t be a-alarm now. Después de todo, en el largo
sendero, siempre hay tiempo para cambiar de ruta. Me permití, sin embargo, una
risita de conocedor. Recordé que la primera vez que escuché Escalera al cielo
en algún hilo musical, cuando llegó el momento del solo de guitarra el tema se
fue en fade out sin permitir el final más rocker. Como si todavía no hubiese
sido amaestrado totalmente. Como si hubiese cosas que todavía no se pudiesen
escuchar en determinados lugares. Pero lo siento. Eso ya no sucede. No hubo
fade out y el clímax llegó cuando estaba en la caja. Si escuchas bien
atentamente/ la canción finalmente va a llegar a vos. Y sí. Ya llegó. Ya
llegamos. Pero a no deprimirse. A pesar del contexto, de la cajera mirándome de
costado al verme susurrar la letra, el poder de la canción sigue ahí. Al menos
para mí. Terminó el tema y salí a la calle. Me fijé que me hubiesen hecho mi quince
por ciento de descuento en el ticket mientras volvía a casa. Recordé una de mis
frases preferidas de la película Pajarracos y pajaritos de Pasolini, que dice
así: El camino termina y el viaje comienza. Caminando por Ayacucho, sintiendo
el peso de las bolsas de la compra repartidos entre las dos manos, finalmente me di cuenta que la canción ya
hizo su camino de punta a punta, de ese cuartito en la casa de un amigo hasta
el supermercado. Así que ese camino ya terminó. Bienvenido sea. Es hora de que empiece
el viaje.
Muy buen artículo! y con ese tema, muchos el mejor tema de rock de la historia, te debió inspirar más!
ResponderEliminarSaludos!
¿Vos decís que me quedé corto, Gonzo?
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