martes, 21 de enero de 2014

Led Zeppelin, "Stairway to heaven"


Ser una roca/ y no rodar

Cuanto mejor suena en inglés, ¿no es cierto? To be a rock and not to roll. Hace tiempo que no escuchaba Escalera al cielo, y justo tiene que ser en el Coto. Hoy es martes, día de descuento para Credicoop. Ahí estaba yo, entre abuelas y abuelos, en ese Coto algo miserable de Perón entre Ayacucho y Junín, cuando empezó a sonar la acústica de Page, y realmente me sentí en otro mundo. Mientras buscaba un queso untable diet o comparaba los precios de latas de atún, pensaba en aquellos días en los que nos juntábamos a escuchar este tema con amigos, en los que la única forma de poder escuchar este tema era en la casa del que hubiese heredado Zeppelin IV de algún hermano mayor o algún primo. Jamás se me hubiese ocurrido que lo podría llegar a escuchar en un supermercado, por ejemplo. Era música contra los supermercados, después de todo. Música para elevarse, para ver más allá. Y ahí estaba yo, decidiendo no llevar Cerealitas porque salían casi el doble que las Granix de salvado. Pero no sentí ningún remordimiento por semejante banalidad, eh. Es más, se compraba mejor esperando el momento en que en el bosque se escuche el eco de la risa y finalmente entren la batería y el bajo. Don’t be a-alarm now. Después de todo, en el largo sendero, siempre hay tiempo para cambiar de ruta. Me permití, sin embargo, una risita de conocedor. Recordé que la primera vez que escuché Escalera al cielo en algún hilo musical, cuando llegó el momento del solo de guitarra el tema se fue en fade out sin permitir el final más rocker. Como si todavía no hubiese sido amaestrado totalmente. Como si hubiese cosas que todavía no se pudiesen escuchar en determinados lugares. Pero lo siento. Eso ya no sucede. No hubo fade out y el clímax llegó cuando estaba en la caja. Si escuchas bien atentamente/ la canción finalmente va a llegar a vos. Y sí. Ya llegó. Ya llegamos. Pero a no deprimirse. A pesar del contexto, de la cajera mirándome de costado al verme susurrar la letra, el poder de la canción sigue ahí. Al menos para mí. Terminó el tema y salí a la calle. Me fijé que me hubiesen hecho mi quince por ciento de descuento en el ticket mientras volvía a casa. Recordé una de mis frases preferidas de la película Pajarracos y pajaritos de Pasolini, que dice así: El camino termina y el viaje comienza. Caminando por Ayacucho, sintiendo el peso de las bolsas de la compra repartidos entre las dos  manos, finalmente me di cuenta que la canción ya hizo su camino de punta a punta, de ese cuartito en la casa de un amigo hasta el supermercado. Así que ese camino ya terminó. Bienvenido sea. Es hora de que empiece el viaje. 

2 comentarios:

  1. Muy buen artículo! y con ese tema, muchos el mejor tema de rock de la historia, te debió inspirar más!
    Saludos!

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  2. ¿Vos decís que me quedé corto, Gonzo?

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