viernes, 27 de diciembre de 2013

Ike and Tina Turner, "I can't believe what you say"


No puedo creer en lo que estás diciendo/ Porque veo lo que hacés

Aunque haya quedado como el malo de la película, Ike Turner sabía lo que hacía. Está ahí atrás en el video, de traje blanco y con la guitarra, con pose de chulo pero haciendo los mismos pasitos que los demás. Y al frente está Tina, cantando un tema que hoy es más actual que nunca, mal que nos pese. Y que abre gloriosamente el Lado B de un orgulloso Música Cretina que será, nomás, el último del año. Así que pasen y escuchen.  

Robyn Hitchcock, "Devil's radio"


Querida/ No tenés que llamarme Stalin/ Ni siquiera Mao Tse Tung/ Porque soy demasiado joven

Ultimo viernes del año, oh si, el año que se va y uno sigue acá, celebrando el capricho de los calendarios. Para brindar por semejante indulgencia, nada mejor que escuchar al amigo Robyn Hitchcock, el único capaz de arrancar una canción encantadora con versos que nombran a Stalin y a Mao. Las flores de la intolerancia están apareciendo temprano este año, alguien las ha estado regando, le hace decir a una tal Kate (?) en su tema Devil’s Radio, con el que no puedo evitar emocionarme cada vez que lo escucho. Piel de gallina, señor@s. ¿Por qué? No sabría explicarlo. Tal vez porque porque yo también escucho la radio del diablo. Y todo va na na nana/ en la radio del diablo. Por eso Robyn suena en el Lado B del ¿ultimo? no-programa del año. Y todo va na na nana en Música Cretina.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Eddie Floyd, "I'll take her"


Buenos días jueves, buenos días Cretinos. Para pasar mejor el calor, para esperar el fin de año, para superar este extraño jueves/lunes, para escapar al ataque de las palometas, un nuevo no-programa está listo. Que empieza bien arriba, con este tema de Eddie Floyd, el cantante del sello Stax que salió del banco del equipo de Otis Redding. Si no la querés/ me la quedo yo. La ley de la vida que le dicen. Pasen y escuchen.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Eleanor Friedberger, "Other boys"


Y la piba que escribe canciones y después insiste/ en tocarlas, sí, ella es persistente/ ¿Cómo puede cualquier hombre resistirse/ a una chica con semejante lista de temas?

Ultimo viernes antes de Navidad, a la gente parece importarle estas cosas. En la planta baja de mi edificio hay un arbolito alto, con bolas y luces. Pero agradezco que, a sus pies, el responsable de erigirlo no se haya tomado tan en serio el pesebre, que tiene un rejunte de muñecos sin sentido, muchos caballos, y hay una vaca sentada en un cofre, que según Ana Fornaro vendría a ser el niño Jesús. Pero no es cuestión de irse de tema, se acerca Navidad, y toca regalos. Mi regalo de este viernes es este tema de Eleanor Friedberger, la ex Fiery Furnaces, que pasó de indie decontracté a cantautora confesional, y a mucha honra. Son seis minutos en los que enumera las otras chicas de su pareja, y después, en el estribillo, repite: Hay otros chicos, también/ pero no dejes que eso te moleste. La verdad que tuve que hacer malabares para meterlo en el último Música Cretina, pero porque sentí que tenía que estar. Y ahí está, abriendo el Lado B,. antes de Willy Moon. Yo sé sobre ella/ ¿ella sabe sobre mí? Feliz último viernes antes de Navidad. 

jueves, 19 de diciembre de 2013

Casi Exilio Psíquico, "Tengo un plan"


Tengo un plan para hoy/ Y es quedarme en la cama

Unos años atrás, cuando pasabas por Montevideo y por primera vez lo escuchabas hablar, no podías dejar de pensar que era como escuchar a Luca. En realidad eso demostraba --lo siento lustradores de leyendas-- que Luca en realidad era como cualquier tano hablando castellano. Aún así, siempre fue inevitable pensar en Maximiliano Angelieri como el Luca montevideano. Por el acento, y la pelada. Y por ser un rockero escéptico ante el rock. Pero un día el Luca montevideano se volvió a Italia, y ya no anduvo más por la vuelta. Con su grupo Exilio Psíquico, Maxi hizo un par de discos inteligentes y pegadizos, algo que no se suele encontrar muy fácil por ahí. Llegó a tocar en Buenos Aires, si mal no recuerdo. Pero me acuerdo más de su departamento en el Palacio Salvo, el Barolo uruguayo. Un copado, Maxi. Y ahora el amigo Gabriel Peveroni avisa que tiene nuevo disco, bajo el nombre de Casi Exilio Psíquico. Y la verdad que no hay mejor regalo de fin de año, aún cuando recién esté anunciado para el 2014. Este es un adelanto. Para quedarse cantando. Y no me voy a levantar/ aunque sea navidad.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Música Cretina 2013 #20

ESTO NO ES UN PROGRAMA

8-12-2013

Lado A

“Yo no vine a distraerte/ vos ya estabas distraído”

1.- Frustration, Blind
2.- Eté & Los Problems, Vil
3.- Hunx and His Punx, Mud in your eyes
4.- The Lee Thompson Ska Orchestra, Midnight Rider (The Allman Brothers)
5.- Prietto Viaja al Cosmos con Mariano, El bombero
6.- Robert Pollard, Circus Green Machine
7.- Miro y Su Fabulosa Orquesta de Juguete, La mística del perdedor
8.- Wanda Jackson, California stars (Billy Bragg & Wilco)

Lado B

“Soy la risa/ de la voz que brilla”

9.- Eleanor Friedberger, Other boys
10.- Willy Moon, Railroad track
11.- Palo & La Hermandad, Dame luz
12.- Johnny Daye, Stay baby stay
13.- Paula y Los Besos, El bosque
14.- Clem Snide, History
15.- La Hermana Menor, El bar frente a la clínica de abortos

jueves, 12 de diciembre de 2013

Frustration, "Blind"


Ciegos, ¿están tan ciegos?

Buenos días, jueves. Buenos días, cretinos. Hay días en que el electro-punk tiene su razón de ser. No entiendo mucho lo que canta esta banda francesa, creo que ni ellos lo deben entender (farfullean en un inglés difícil de decodificar), pero la energía no necesita traducción. Los descubrí al comienzo de esa gran y valiente película que es Le guerre est declarée, de Valerie Donzelli. Es la música que suena de fondo cuando se conocen Romeo y Julieta, sus no-tan-trágicos protagonistas, más bien valientes a su pesar, pero valientes al fin. No es una canción romántica, pero en esa escena tiene la carga que tiene que tener, desafiante y sexual. La energía, de eso se trata. Así es como empieza el Música Cretina de esta semana, y así es como arrancó este jueves. Primer tema del Lado A, pase y escuchen. Y sigan escuchando. Cuando éramos jóvenes, mostrábamos tanto respeto...

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Palo & La Hermandad, "Dame luz"


Dame luz en la carne/ dame luz acá

Ok, ¿vamos a empezar la semana de una vez? En estos días me acordaba de tantas cosas juntas. Me acordaba de ir caminando por Diagonal Norte treinta años atrás, entrando a la Plaza, llevando uno de los palos de una de las banderas más grandes de la Juventud Intransigente. Y me acordé también de los días más oscuros, esos tan porteños de “se-vienen-los-negros” del 89, y del 2001. Pura paranoia, nomás. Tal vez hubiese sido más oportuno acordarse de los alzamientos carapintada. Ahora suena más que apropiado. No se por qué no puedo dejar de olvidarme que el primer muerto de esta semana negra fue en Córdoba, por las balas de los vigilantes. Y que el cierre fue con la policía de Tucumán, en su primera actividad después de arreglar su particular paritaria con la pistola en la cabeza, reprimiendo una protesta en su contra. Pero bueno, demasiadas cosas. Y todo dicho así, a los saltos. Perdonen. Tengo que confesarlo, a mí me pasa como la policía: ante la duda, Palo. Pero Pandolfo. Hace días que no puedo dejar de cantar esta canción. Yo también quiero la luz ya. Soy la risa de la voz que brilla. Grande Palo, es de su último disco. Aún me acuerdo cuando, en una reseña de Maderita que hice para la Inrocks, yo decía que todo bien, pero que él siempre fue yin y yang, lado A y lado B. Y que mi único reparo con Maderita era que se trataba de puro lado A. Y yo extrañaba el B. Este es el mejor ejemplo de esos lados B de Palo. Por suerte, en Esto es un abrazo --uno de los discos del año-- están todos los lados de Palo. Y en el nuevo Música Cretina (¿Se enteraron? ¡Tenemos nuevo no-programa!) suena –obviamente, y al mismo tiempo por pura casualidad, como debe ser-- en el Lado B. Que siga sonando, entonces. Ayudanos, luz bendita.

martes, 10 de diciembre de 2013

The Lee Thompson Ska Orchestra, "Midnight rider" (The Allman Brothers)


No soy dueño de las ropas que uso/ y la ruta continúa para siempre

Un martes ardiente de un diciembre quemado. Como decía Jorge Luis, de todo laberinto se sale por arriba. Y nada mejor para elevarse por sobre cualquier cosa que un buen reggae. En este caso se trata de una versión de un tema de los blanquísimos Allman Brothers, que llegó al Top 10 británico en 1976 aggiornada al uso de la época por el jamaicanísimo Paul Davidson. Es esa versión la que rescata The Lee Thompson Ska Orchestra, para su delicioso disco debut, The Benevolence Of Sister Mary Ignatius. Lee Thompson es el saxofonista de Madness, y junto al bajista del grupo, Mark Bedford, se juntaron con otros viejos amigos para tocar los temas que los inspiraron a hacer la música por la que son conocidos. Casualidad o no, en este último tiempo los Madness se han reunido y –dicen los que saben-- han hecho discos a la altura de su leyenda. Así que, querido Bob, no siempre tenés razón. A veces es posible volver a casa. No por nada este Midnight rider engalana el Lado A del nuevo no-programa. Pasen y escuchen, cretinos. Y salgan de los laberintos al menos durante un rato.  

lunes, 9 de diciembre de 2013

Wanda Jackson, "California stars" (Billy Bragg & Wilco)


Me gustaría descansar mi cabeza pesada/ en una cama de estrellas de California

Buen día lunes, buenos días cretinos. Arrancar la semana con una tormenta merece tener la paz de las mejores canciones. Y esta joya del discazo que hicieron el gran Billy Bragg con los entonces ascendentes Wilco musicalizando las letras del inmenso Willy Guthrie es ideal como banda de sonido de tormenta en retirada y día que comienza en la nueva versión de la reina del rockabilly, Wanda Jackson. Aunque así termine el Lado A del nuevo no-programa, porque, ¿les dije?, hay un nuevo Música Cretina. ¡Pasen y escuchen!

jueves, 5 de diciembre de 2013

Porra, bigote y pantalón largo

Aún me acuerdo del uruguayo Eduardo Pereyra, que atajaba siempre con pantalones largos. Vino ganador de todo desde Peñarol a sumarse a ese Independiente de overol del Indio Solari, con el Bocha en el final de su carrera, el del chaucha Bianco, las corridas de Alfarito Moreno y la porra de Rubén Darío Insúa. Tal vez mi eterna simpatía por el paisito, ahora que lo pienso, tenga que ver con todos los que pasaron por el Rojo, de Pavoni para acá. Siempre hubo un uruguayo que sentir como propio, incluso cuando Alzamendi la rompía en River, para mi nunca dejó de ser del Rojo. Pero si ahora me acuerdo de Pereyra es porque el Rusito Rodríguez acaba de romper el record sin goles del uruguayo que se subía las medias por sobre esos largos que no se sacaba nunca, ni siquiera en verano. En la Cordero había teorías sobre por qué Pereyra no usaba cortos. Se decía que tenía las piernas deformes, que lo habían torturado y le habían quedado marcas, toda clase de cosas. Tenía porra de rocker, bigotazo de cantopopu y cara de malo, siempre serio, Pereyra. No sé donde andará ahora, pero supongo que él también verá su nombre mencionado acá y allá, ahora que su record de 642 minutos—que sirvió para ganar aquel campeonato sin muchas luces—ha sido superado por esa cifra tan de hoy, tan marketinera, esos endiablados 666 del Ruso Rodríguez, un proyecto de gran arquero, aunque el impresentable al que nos condenaron como relator permanente en el Nacional B insista con que no sale y que se yo cuántas cosas más. Lo imagino ausente de toda novedad estridente a Pereyra, canoso ahora pero siempre de negro y de pantalón largo. Y lo veo cebándose un mate cuando la novedad finalmente le llegue por un comentario descuidado, un titular descubierto en un diario viejo, alguna broma de barrio. Pereyra sí que salía, y se desparramaba sin problemas, las piernas por delante, superhéroe de bigotazo. Pero ahora seguro que ni se inmuta, sabe que aquellos tiempos hace rato que pasaron, que en realidad todo pasa, que el infierno no necesita de marquesinas ni de cifras redondas o simpáticas, pero que el cielo está siempre después, cuando hay tiempo de cebarse uno y escuchar a lo lejos todos los rumores que entusiasman y luego son ignorados por ese niño caprichoso y consentido que es el mundo de hoy.