lunes, 8 de julio de 2013

Fontova Trío, "Velas de cumpleaños"

 Yo tengo el cuerpo casi siempre limpio/ y aunque mi cara no es legal/ yo soy sagrado como cualquiera/ y guay del que quiera hacerme mal

Un tesoro perdido. Eso es este tema de Horacio Fontova, escondido en una de esas gemas discográficas que jamás fueron rescatadas en CD, al igual que otros discos como Viaje al más acá, de Metrópoli, o El rey criollo del rock n roll, de Pajarito Zaguri. Y son apenas los que se me ocurren ahora. Seguro que hay mas. Pero ese debut del Fontova Trío es una auténtica obra maestra, manuchaísmo de verdad, sin adulterar. Editado de manera independiente, cuando Fontova apenas si era el diseñador del Expreso Imaginario y no la figura que se reinventaría tantas veces en la televisión, tiene temas que aún hoy sonarían mágicos y festivos, como Mañana rara o La pradera... si alguien los hiciese sonar. Yo los descubrí por aquella época gracias a un grupo de gente maravilloso, con los que compartí muchas guitarreadas y extraños viajes, que utilizaban estos temas –y los de Rosita, el segundo disco del Trío, ya en una multinacional y mucho más difundido—como cumbres en sus fiestas. Si no te los sabías, te quedabas afuera. Y no costaba nada aprendértelos, y sentirte parte del grupo. Funcionaban como contraseña para acceder a un mundo mejor, ahí al lado del de todos los días, pero invisible... hasta que lo veías. Y a partir de entonces, si uno quiere, lo sigue viendo. Por eso es que Velas de cumpleaños suena tan feliz, ahí, en el Lado B del último Música Cretina. Y también en esta noche engripada de lunes. Como canta Fontova: Falta un millón de cumpleaños/ para dejar de ser feliz.

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